Moda

Balenciaga se enfrenta a la polémica por una campaña de fotografías con niños

Las fotografías de la campaña comenzaron a circular por las redes sociales el pasado 16 de noviembre provocando una ola de críticas por la supuesta hipersexualización de menores

Expansión - Madrid

Balenciaga se ha convertido una de las firmas de moda más revolucionarias. Su éxito ha estado plagado de polémicos diseños como un bolso con forma de bolsa de basura o unas zapatillas sucias y gastadas a precios prohibitivos. Nada problemático para su imagen hasta la campaña que acaba de lanzar con dos niñas posando con unos ositos de peluche de estética fetichista.

La casa fundada por el español Cristóbal Balanciaga en 1917 se ha encontrado así con un primer obstáculo en su imparable ascenso iniciado hace seis años por el innovador director creativo, Delma Gvasali, de 41 años.

Las fotografías de la campaña comenzaron a circular por las redes sociales el pasado 16 de noviembre provocando una ola de críticas por la supuesta hipersexualización de menores. En las imágenes, dos niñas sujetan cada una un oso de peluche ataviado con arneses de cuero y alrededor hay otros artículos asociados con la práctica sexual del bondage.

Una vez provocado el incendio en las redes sociales, lo usuarios centraron el foco en una tercer imagen de una campaña anterior que promocionaba la colaboración de la Balenciaga con Adidas. En ella, se muestra un bolso encima de unos documentos, que al hacer zoom sobre ellos, resulta ser una sentencia del Tribunal Supremo de EEUU sobre las imágenes indecentes de niños.La ola de críticas llegó hasta los medios de medios de comunicación de EEUU, con la estrella de la ultraderecha de la cadena Fox, Tucker Carlson, como principal vocero de las acusaciones a la firma de "respaldar la pornografía infantil" en su programa en hora de máxima audiencia.

Esto provocó la reacción de Balenciaga que retiró las imágenes y se disculpó ante sus 14 millones de seguidores de Instagram por unos bolsos que "no deberían haber sido presentados con niños" que también dejó de vender. También pidió perdón por mostrar el fallo del Supremo.

Por su parte, el fotógrafo Gabriele Galimberti, autor de las imágenes, y conocido por fotografiar a niños con todos sus juguetes alrededor, un proyecto que trataba de imitar en la campaña, pero también a estadounidenses con sus colecciones de armas de fuego, pidió disculpas. Además, añadió que él no tuvo control sobre los modelos ni los objetivos utilizados, pero defendió que no eran explícitos.

La respuesta de Kim Kardashian

La tormenta mediática se centró entonces en la estrella Kim Kardashian, la más conocida embajadora de la marca en el mundo. La celebridad guardó silencio sobre el asunto durante diez días hasta que la presión fue sofocante.

Al final, el pasado domingo, en un mensaje publicado en sus perfiles de Instagram y Twitter, Kardashian dijo que estaba "sacudida por las perturbadoras imágenes" y que "cualquier intento de normalizar el abuso infantil de cualquier tipo no debería tener lugar en nuestra sociedad, punto".

Kardashian, que consiguió relanzar su imagen gracias a Balenciaga tras su divorcio del rapero Kayne West a principios de 2021, aseguró que esperó para pronunciarse porque antes quería hablar con la marca para comprender qué había sucedido. Una disculpa que supo a poco a muchos de sus seguidores porque dijo que iba a revaluar su relación con la marca pero no abandonarla.

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