Ocio

Barranquilla, me quedo

Clara Estrada

Hace unos 13 años quizá, durante la versión de Colombiamoda en Medellín, conocí a una diseñadora barranquillera que me cautivó. Me cautivó por su desparpajo, aunque no es cosa rara en la gente de la costa, por su estilo y por sus diseños.

Judy Hazbún tiene algo que me encanta, y es personalidad. Todos sus diseños muestran ese colorido que ella ha visto desde que nació y que aún lo sigue viendo, pues todavía vive en Barranquilla. Los materiales que normalmente usa son deliciosos al tacto y permiten un movimiento que ayuda a que la silueta femenina luzca mucho más.

Ella, desde que decidió montar su empresa de moda hace más de 20 años, no ha parado. Cada vez tiene en mente ideas que poco a poco materializa, como la de que cuando lanza una colección monta una especie de conversatorio. Esto es pura pedagogía de moda basada en investigaciones que un grupo de analistas en materia de mercado hacen del consumidor actual.

Enseña, entre otras cosas, cómo una misma prenda puede ser usada de diferentes maneras, con diferentes combinaciones y para varios eventos. Quiso tener una línea de uso masivo, como la tienen los grandes diseñadores en el mundo, y lo logró. En los almacenes Éxito en más de una docena de ciudades se venden sus prendas, las cuales, sin dejar el buen diseño, usan materiales que las hacen asequibles a muchos bolsillos. En estos momentos se encuentra en Uruguay pues fue invitada a mostrar su más reciente colección de lujo, con la que cerrará el Fashion week de Montevideo. Otra de las ideas que me cuenta le está rondando la cabeza, es diseñar para hombres, así que seguramente en un plazo no muy largo, veremos toda su creatividad puesta al servicio de la silueta masculina. Eso sí, sin descuidar a las mujeres que han sido la inspiración y gracias a las que se le ha permitido ser bien reconocida por la crítica.

Si usted no se ha casado aún y no descarta esa posibilidad en su vida échele un vistazo a su página web, pues otro de sus fuertes son las novias. Y si pasa por Barranquilla, un muy buen plan es ir a su taller-boutique. Una casa hermosa, considerada patrimonio arquitectónico, en la que seguramente le darán ganas de llevarse medio almacén.