Ocio

Brazuca, el negocio del balón del Mundial de Brasil

Expansión - Madrid

El balón de Adidas de Brasil 2014, que ya ha sido probado por algunos jugadores, asocia innovación y márketing.

Hay una serie de citas en las que una marca se juega su prestigio y el Mundial de Fútbol es una de las más importantes en el caso del deporte. Adidas fue duramente criticada por el Jabulani, el balón del Mundial de 2010 en Sudáfrica porque hacía extraños en el aire, según se quejaron la mayoría de los porteros del campeonato. No fue una anécdota, si tenemos en cuenta que el negocio que envuelve al balón de un Mundial -desde inversión y márketing, hasta en ventas- es enorme.

Brazuca será el protagonista en Brasil 2014. Este esférico está confeccionado 100% en poliuretano y consta de una estructura simétrica formada por seis paneles que proporcionan "adherencia, toque, estabilidad y aerodinámica", según ha asegurado la FIFA.

Adidas se ha tomado tan en serio la fabricación del Brazuca que lo sometió a todo tipo de pruebas durante dos años y medio: desde lanzamientos con un pie robótico para analizar su trayectoria, hasta test de rugosidad con el apoyo de la NASA o la participación de 600 jugadores que realizaron pruebas con el balón para dar su opinión sobre el mismo y evitar el fiasco del Jabulani.

Rentabilizar la inversión

Tanta inversión conlleva necesariamente la necesidad de rentabilizar el balón. El Brazuca original puede comprarse por US$175 en la web de Adidas (está agotado), donde además se ofrecen réplicas por US$39 o minibalones por US$17. La estrategia de Adidas va más allá y comercializa también réplicas con los colores de las selecciones a las que patrocina la firma alemana, como es el caso de España, Alemania o Argentina.

"Brazuca es además una marca que ha llegado con mucha fuerza a las redes sociales gracias a la campaña realizada por Adidas. No sólo es el primer balón, sino también el primer producto de la firma en tener su propia cuenta de Twitter", asegura Javier Sánchez, experto de Pons Deporte y Entretenimiento. Su primer mensaje llegó el 3 de diciembre: "Soy Brazuca, el balón del Mundial de Fútbol de 2014. Sí, soy una pelota. Sí, estoy tuiteando. Únete a mi viaje". Suena a broma, pero desde entonces más de 111.000 personas le siguen en Twitter, todo un éxito para Adidas, que "tiene registrada la marca Brazuca en toda la UE para productos de la clase 28 (equipo deportivo y balones). Además, ha solicitado la misma protección en Brasil y en otros países no comunitarios", afirma Rocío Peris, directora de la oficina de Pons Patentes y Marcas. Incluso se ha pedido preservar el diseño del balón como marca gráfica, una condición que tendría 25 años de protección.

Adidas vendió 13 millones de Jabulani, pese a todo los problemas. Ahora, con un Mundial en Brasil a las puertas, Brazuca puede romper todos los récords y convertirse en el balón más vendido de todos los tiempos.