Cartier lanza tres nuevas versiones de su modelo Santos comercializado en 1912
jueves, 22 de diciembre de 2022
El Santos fue el primer reloj de pulsera de Cartier, porta el nombre de su inspirador, el aventurero Alberto Santos-Dumon
Expansión - Madrid
El Santos fue el primer reloj de pulsera de Cartier, porta el nombre de su inspirador, el aventurero Alberto Santos-Dumont. Ahora, 114 años después, vuelve como el paradigma de la elegancia masculina.
En 2017, la casa francesa Cartier decidió cambiar su política creativa. Tras una década en la que rara era la temporada que no presentaba un modelo nuevo, la maison decidió trabajar los aspectos que mejor la identifican en el mercado.
Esto se tradujo en reforzar su imagen femenina y apostar por sus iconos históricos más reconocibles, lo que supuso la vuelta del Panthère, un modelo femenino de inspiración vintage, y la celebración del centenario de su exitoso Tank. Con 2018 llegó el turno de redefinir la imagen del hombre Cartier, que tiene al Santos como modelo emblemático.
De hecho, protagoniza una de las páginas más brillantes de la historia de la marca, al ser su primer reloj masculino de pulsera y uno de los primeros de la relojería moderna. Su aparición, en 1904, fue fruto de una petición realizada por el piloto, aristócrata y bon vivant brasileño Alberto Santos-Dumont, que solicitó a su amigo Louis Cartier un reloj que pudiera consultar sin necesidad de levantar las manos de los mandos del avión.
La solución fue una pieza de diseño innovador con forma cuadrada y brazalete de cuero. Fue el acicate definitivo para que Cartier apostara por los relojes de pulsera, una de las causas de la desaparición del modelo de bolsillo de los trajes de millones de hombres en pocos años.
El Santos tuvo su resurrección comercial en 1978 y, años más tarde, en 2004, y con motivo del centenario de su creación, se erigió en el emblema de la nueva relojería masculina en gran parte gracias al bestseller Santos 100. "Cartier es una firma de paradojas", explica Arnaud Carrez, director de Marketing y Comunicación de Cartier Internacional.
"Tenemos un gran respeto por nuestra historia, pero al mismo tiempo nos debemos al presente. El Santos 100 era un reloj típico de comienzos de siglo, muy marcado por los gustos deportivos extremos. Ahora nos hemos decantado por formas más suaves".
Para Carrez, la gran virtud del nuevo Santos es su capacidad de reflejar esa contemporaneidad sin renunciar a los códigos clásicos de la marca. "Tiene la caja cuadrada, los tornillos vistos del bisel o los índices romanos, todos muy Cartier. Los elementos nuevos son más discretos, como la curvatura que crea el bisel para prolongar la forma del brazalete".
No acaban aquí las paradojas del Santos. "Aunque seamos una firma de lujo, no somos artistas que creamos por puro placer. La razón de ser de toda pieza es que sea tan bella como útil". La consigna práctica se cumple a la perfección, y más con las últimas mejoras técnicas. Por primera vez equipa protección antimagnética del movimiento, algo muy importante, ya que es una de las causas más habituales de los desajustes de los calibres mecánicos.
Dos correas
Aunque las mayores novedades técnicas están en el brazalete. También por vez primera tiene un sistema rápido de cambio, QuickSwitch, patentado por Cartier, que evita acudir al servicio técnico. Algo interesante porque el Santos viene con dos correas. También es muy sencillo variar la longitud del brazalete. El sistema SmartLink permite quitar y poner eslabones con sólo apretar un resorte.
La colección incluye dos tamaños [35 y 40 mm de lado] y ambos laten con el mismo movimiento automático 1847 MC de origen manufactura. En los dos casos se puede elegir entre acero, bicolor, oro amarillo y oro rosa. En los dos primeros, la opción de brazalete metálico es obligatoria (siempre se entrega una segunda correa de piel de becerro), aunque en oro sí que se puede elegir entre el brazalete metálico y la correa de piel de cocodrilo como primera opción.
Los precios oscilan entre los 6.050 (US$6.369) (versión pequeña de acero) y los 36.300 euros (US$38.535) (caja grande de oro con brazalete en el mismo material). De momento no se espera alternativa femenina. "Queremos reforzar la imagen del Santos como reloj masculino", aclara Carrez. "Puede que muchas mujeres compren la versión de 35 mm, pero será porque les guste esa visión masculina de la relojería".
El lanzamiento se completa con una versión esqueleto, donde la forma esqueletada cumple a la vez la función de índices con números romanos. Por primera vez, Cartier ofrece esta complicación en un reloj con caja de acero 26.100 euros (US$27.710). Los tiempos cambian, y hay que adaptarse.