Cartier lanza una colección de joyas limitadas inspirada en la actriz María Félix
sábado, 12 de enero de 2019
Los ojos del reptil fueron incrustados con rubíes en una de las piezas y esmeraldas en la otra. Eso fue hace 40 años y el collar original ahora forma parte de la colección de joyas exquisitas e históricas de Cartier.
Gestión - Lima
En 1975, la actriz mexicana María Félix entró en la boutique de Cartier en la Rue de la Paix en París con un inusual acompañante: un cocodrilo bebé y le preguntó a los joyeros de la tienda si sería posible replicar a su mascota en un collar.
Ella quería que la cara, la cabeza, el cuerpo, las piernas y la cola del pequeño reptil se inmortalizaran como un collar hecho a medida que también se podía quitar del cuello y usar por separado como un broche.
Así nació un magnífico collar que consta de dos cocodrilos: Uno de oro macizo amarillo de 18 quilates con más de 1.000 diamantes color amarillo intenso de 60.02 quilates, y el otro esculpido en oro blanco de 18 quilates con 1.060 esmeraldas para un total de 66.86 quilates.
Los ojos del reptil fueron incrustados con rubíes en una de las piezas y esmeraldas en la otra. Eso fue hace 40 años y el collar original ahora forma parte de la colección de joyas exquisitas e históricas de Cartier.
En la actualidad, el joyero francés ha querido rendir homenaje a la famosa actriz mexicana, con el lanzamiento de una colección de joyas de cuatro piezas que contiene aretes, un brazalete/anillo en el que el cuerpo del cocodrilo (hecho de diamantes y esmeraldas) se envuelve alrededor de la muñeca o el dedo, y un collar que refleja la joya original, con cola del cocodrilo que termina en tres hebras de esmeralda y que el cocodrilo muerde.
Solamente el collar fue esculpido en oro macizo, engastado con diamantes y otras piedra preciosa (o Cabujón), y meticulosamente terminado, todo esto tomó la suma total de 1.875 horas de artesanía manual. Del mismo modo, el brazalete más pequeño le tomó a los maestros artesanos de Cartier más de 1.000 horas en crearlo.