Cartier presentó un nuevo diseño de su Baignoire para conmemorar cinco décadas

Para descubrir la grandeza de Cartier solo hay que hojear revistas antiguas y ver cuál era la firma preferida de las grandes estrellas de la época dorada del cine. En los años 60 ninguna brillaba más que Catherine Deneuve, protagonista en la pantalla y en el papel, siempre foco de atención de las cámaras de los fotógrafos. Si se fijan bien, verán que, en muchas de esas fotos, Deneuve lleva un pequeño reloj de forma ovalada. Es el Cartier Baignoire, el modelo más chic que una chica francesa podía llevar en aquella época.

El Baignoire es uno de los diseños más emblemáticos de Louis Cartier. Su primer esbozo aparece en 1912, con una caja rectangular de extremos redondeados que más tarde evolucionó a la forma ovalada que conocemos hoy día. Cartier no le daría el nombre comercial de Baignoire (bañera en español) hasta 1973, aunque el reloj llevaba ya mucho tiempo en el catálogo de la casa. Ahora, con motivo del 50 aniversario del inicio de la colección, la maison lo actualiza con un diseño adaptado a la nueva época y una amplia oferta que comprende diferentes tamaños, materiales y acabados.

Los tiempos cambian y con ellos las personas que encarnan el espíritu del reloj. Catherine Denueve (por cierto, protagonista de la reciente campaña del Tank Française) da paso a la actriz Lou Doillon, hija de la gran Jane Birkin, otro nombre grande de la prensa rosa francesa de los años 60. El estilo de Doillon casa a la perfección con la imagen del Cartier Baignoire: identificable a metros de distancia, elegante y a la vez cómodo gracias a la sutil curvatura de su caja. Sin ocultar su origen joyero, funciona perfectamente como reloj de diario.

Dos tamaños
El cambio de diseño nos muestra un Cartier Baignoire de formas equilibradas, que aprovecha la tendencia del momento para ofrecerse en un tamaño mini. La caja tiene un ancho de 18,7 mm y un largo de 24,6 mm. El bisel redondeado es más grande que en la anterior versión, aunque sin restar protagonismo a la esfera, muy simple y únicamente decorada con los tradicionales números romanos de Cartier.

La versatilidad del Baignoire queda patente en las dos variantes de pulsera que se nos ofrece en la versión mini. La primera nos acerca más al origen joyero de la firma gracias a su pulsera rígida de forma redonda que tanto nos recuerda a la famosa Clou de Cartier. La segunda variante es una preciosa versión vintage con caja de oro amarillo acompañada de una correa de piel de becerro en acabado charol.

Este último modelo también existe en la versión de tamaño pequeño (31,4 x 23,1 mm), y otra opción realizada completamente en oro amarillo con brazalete articulado. A partir de estos modelos, los más sencillos de la colección, la oferta se amplía con referencias engastadas con diamantes en los dos tamaños de caja y versiones en oro blanco y rosa. Los precios parten de 8.350 euros del modelo Mini en oro amarillo con correa de piel.