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Colección de moda en Nueva York fue realizada con impresión 3D

Bloomberg

Para crear su colección de graduación, utilizó solamente impresoras 3D pequeñas para el consumidor. Desde tacos altos rojos hasta una falda larga a rayas, todas las prendas fueron impresas en cuatro piezas pequeñas A-4 y luego pegadas. El proceso lleva muchísimo tiempo (sacar algunas de las piezas llevó más de 300 horas) y, por ende, es muy costoso.

De todos modos, Peleg considera que es el futuro de la industria, en parte debido a las velocidades de funcionamiento cada vez mayores de las impresoras así como también a sus precios rápidamente en baja.

Una impresora 3D Witbox como la que utilizó Peleg se vende por US$2.000, un precio razonable considerando que algunos de los diseños de Peleg cuestan US$3.856. Pero a las impresoras 3D no les está yendo tan bien como se esperaba. Uno de los actores del sector, 3D Systems Corporation, no alcanzó las estimaciones para el segundo trimestre a comienzos de agosto debido a un “entorno operativo difícil”, como señaló la empresa. El director de tecnología de 3D Systems Corporation y expresidente es Chuck Hull, el inventor de la estereolitografía, o como se la conoce: la impresión 3D.

El futuro del mercado parece incierto. Según un informe del 27 de octubre publicado por Gartner, el gasto de los consumidores en impresoras 3D alcanzará US$13.400 millones en 2018; un informe publicado ese mismo día por analistas de CCS Insight sugirió un valor menor para el mercado, que crecería hasta US$4.800 millones en 2018.