Gastronomía

Comerse la hamburguesa más cara del mundo puede costarle casi $20 millones

Sus ingredientes incluyen trufa blanca, güisqui de Macallan Rare Cask, carne wagyu y un pan de masa bañado en láminas de oro

Salomón Asmar Soto

Para ciertos públicos gastronómicos, hace tiempo que el hecho de comerse una hamburguesa dejó de lado la etiqueta de comida rápida para sentarse en el trono como uno de los caprichos gourmet más exquisitos. En las redes están de moda, acumulando likes por montones, y la gente hace cola para degustar la novedad del momento, o colecciona kits para elaborarla en casa.

Pero hay un listado de hamburguesas que no son el típico platillo de domingo, o de cuando se tiene pereza de cocinar un miércoles por la noche. Algunas tienen más de 13 kilos de tocineta, o requieren de más de 22 horas de preparación. Así como son difíciles de preparar también cuestan, pues los precios pueden oscilar entre US$150 hasta US$5.000, un poco menos de $20 millones en Colombia.

El premio a la hamburguesa más cara se lo lleva el chef holandés Robbert Jan de Veen, propietario del restaurante De Daltons, ubicado en Voorthuizen, Países Bajos. Por la suma de US$5.000, este puede ser uno de los bocados más valiosos que usted pueda disfrutar en la actualidad, ya que esta pesa 800 gramos y mide 15 centímetros.

Sus ingredientes incluyen trufa blanca, caviar Beluga, queso Cheddar de Wyke Farms, güisqui de Macallan Rare Cask, carne de vacuno wagyu A5, cangrejo de Alaska, salsa barbacoa elaborada con café Kopy Luwarl, mayonesa de huevo de pato, paleta ibérica española, aros de cebolla rebozados en Panko japonés, y, el toque más asombroso, pan de masa creada con champán Dom Pérignon y bañada por láminas de oro.

¿El motivo de su creación? A sus 33 años de edad, Robbert Jan De Veen se despertó un buen día con la intención de batir el récord mundial de la hamburguesa más cara del mundo, que hasta entonces recaía en la Fleur Burger 5.000 que cuesta 4.000 euros (US$4.500).

Sin embargo, este propósito se cumplió en plena pandemia, cuando la restauración era objeto de las más duras restricciones. Así que el chef holandés decidió convertir su exclusivo plato en una acción solidaria. Y es que todos los beneficios de este manjar de los dioses están destinados al Banco de Alimentos.

El chef tardó cinco meses en dar con la receta perfecta y su tiempo de cocinado asciende a nueve horas. Para poder vivir la experiencia sensorial de probarla hay que reservar con al menos dos semanas de antelación en De Daltons y pagar una fianza de 635 euros, o US$754.

Otra mención honorable se la lleva la FleurBurger, la que solía ser la hamburguesa más cara del mundo, pero cuyo valor incluye una botella de Chateau Petrus de 1995 que puede costar más de US$3.500.

Es originaria del restaurante Fleur en Las Vegas y es preparada por el chef Hubert Keller con ingredientes como carne Wagyu, foie gras, trufas negras afeitadas, papas fritas tradicionales y un bollo de trufa brioche.

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