Cultura

#Con-Texto | Cómo serían las empresas vitamina en palabras de Marian Rojas Estapé

La autora y médica psiquiatra se ha convertido en un punto de referencia para entender la salud mental, las emociones y al ser humano

Lewis Acuña

Estos dos libros le bastaron para consagrar una vida dedicada al servicio, a la solidaridad, al ser humano, su salud mental y sus emociones. Están presentes en el top de ventas de las principales librerías y no por pertenecer al apartado de novedades, ni lanzamientos. De hecho, figuran entre los más llevados durante la reciente Feria del libro de Bogotá.

Su calidad e influencia van superando la barrera del tiempo y el olvido. El más reciente es de 2021, su antecesor, de 2018. Su autora, la médica psiquiátrica Marian Rojas Estapé, convertida en punto de referencia, estuvo de paso por Colombia y me respondió para LR como podrían entenderse sus conceptos en el mundo empresarial y el liderazgo:

“Que en las empresas tiene que existir, buenos líderes. Es decir, un gran error a lo largo de la vida ha sido que grandes directores generales presidentes o CEOs, son personas que no tenían buena gestión humana. Yo creo que no debemos potenciar el acceso a grandes puestos de responsabilidad a personas que no crean en el mundo emocional y en apostar por las personas, por las emociones, por la salud mental.

Para mí un buen líder es una persona que tiene un mensaje y sabe lo que quiere, porque eso es clave. No hay nada peor que un líder que no sabe lo que quiere. Lo segundo es que sabe comunicarlo, decir que tiene habilidades comunicativas, pues todo el mundo no puede ser un buen líder. Lo tercero es ser optimista al respecto, es decir, tiene un cierto sentido de humor a la hora de transmitir todo esto porque las empresas pasan por momentos mejores y peores porque tienes que dar buenas y malas noticias y todo ello desde el desde la pasión es decir, desde la capacidad de decir “esto me lo creo”.

Esto me gusta e intento mantener una cierta coherencia de vida. Nos gustan los líderes que nos inundan con su ejemplo, que de repente lo ves y dices que me quiero parecer a él. Yo muchas veces les pregunto a mis pacientes, ¿te gustaría convertirte en tu jefe? y mucha gente dice que no. “Es que mi jefe no se porta bien, mi jefe, no es buena persona, el jefe es egoísta”.

Entonces creo que en las empresas hay que potenciar que las personas se conviertan en buenos líderes.Sin miedo a de repente creer en la empatía. Creer en la sensibilidad, en saberte los nombres de todos los empleados de tu equipo, saber si tienen alguna situación familiar complicada; porque cuando tú conectas de esa manera, algo maravilloso se transforma dentro de la empresa y la empresa siente que uno es importante para la organización y eso no tiene precio”, destacó la autora.

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