Cultura

#Con-Texto | La espiritualidad para humanos, y líderes, de Alberto Linero

'Espiritualidad para humanos' es una invitación para desarrollar habilidades espirituales a quienes desean ir más allá de Google

Lewis Acuña

Un axioma: a más espiritualidad, más felicidad, más productividad. “Si tú quieres que las personas que trabajan en tu empresa, las que compran tus productos, que aquellas con las que interactúas en tu mercado sean más productivas y que tus productos impacten más; hay que tener en cuenta la felicidad y la espiritualidad” dice Alberto Linero.

Sobre espiritualidad en Google Trends, el servicio para conocer cuáles son las búsquedas más realizadas de un tema específico, encabezan “Qué es espiritualidad” y “Qué es el espíritu”. Responderlas ha sido tarea histórica y de muchas interpretaciones no exentas de debates.

'Espiritualidad para humanos' es una invitación de Alberto -como pide que lo llamen- con la intención de provocar preguntas y respuestas para permitirles desarrollar habilidades espirituales a quienes desean ir más allá de Google.

¿Necesito de la religión, cualquiera que sea, para la espiritualidad? “No”. Una premisa para sorprender a muchos.

“Tristemente la espiritualidad, al estar escondida, camuflada o mimetizada a partir de los aparatos religiosos, ha generado cierta aversión y que muchos la miren con desdén” dice él, echando mano de su concepción sobre el espíritu.

“Yo creo que es una acción cerebral. Es la que me hace darle un propósito a lo que sucede, aunque me sea adverso. La facultad humana que me permite ser dueño de mí y no dejarme arrastrar por las experiencias externas de la vida. Si me lo preguntan teológicamente, yo creo que es un don de Dios, un regalo, la comunicación de Dios en mi vida”. Las dos caras de la moneda.

Lo espiritual y lo material también las tienen. De ellas dice que “en las organizaciones hay que dejar de creer que solo trabajando lo productivo, tú vas a obtener cosas rentables”.

“Hoy cada vez más se debe aceptar que necesitamos empresarios que estén atentos a la vida de las personas con las que interactúa. Que propicien contextos en los que las personas sean felices. Un empresario que solo piense en dinero es un fracasado, uno que es infeliz y amargado y terminará viviendo en el infierno de su propio egoísmo”, recalca.

Creyente o no, también puede convertirse en axioma aquello que Alberto Linero resalta agitando sus manos, “la espiritualidad y la felicidad confluyen también en creer que lo que uno está haciendo vale la pena”.

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