#Con-Texto| Pharmakon: medicina o veneno

“¿Quieres saber de qué trata realmente todo esto?, comenzó Ehrlichman, sorprendiendo al periodista tanto por su franqueza como por su cinismo. Ehrlichman explicó que, durante la Administración Nixon, la Casa Blanca «tenía dos enemigos: la izquierda antibelicista y los negros.

Sabíamos que no podíamos hacer que fuera ilegal estar en contra de la guerra o ser negro, pero si conseguíamos que el público asociara a los hippies con la marihuana y a los negros con la heroína, y luego los criminalizábamos a conciencia, podríamos perturbar esas comunidades.

Podríamos arrestar a sus líderes, asaltar sus casas, disolver sus reuniones vilipendiarlos noche tras noche en las noticias. ¿Sabíamos que estábamos mintiendo sobre las drogas? Por supuesto que lo sabíamos». Aunque nunca se declaró ni la victoria ni la derrota en la guerra contra las drogas, rara vez escucharemos ese concepto en los labios de los funcionarios del Gobierno ni de los políticos.

Sospecho que hay dos razones para su silencio: como cuestión política, el Gobierno tiene menos necesidad de leyes draconianas contra las drogas desde que declaró una nueva «guerra» en 2001. La guerra contra el terror ha tomado el relevo como justificación para expandir el poder gubernamental y restringir las libertades civiles. Y como cuestión de salud pública, para cualquiera que preste atención resulta obvio que, después de medio siglo de librar una guerra contra ellas, son las drogas las que están ganando”.

Como parte de su introducción, Michael Pollan presenta así su libro “Tu mente bajo los efectos de las plantas”. Es un fragmento del relato de Dan Baum recordando una entrevista que hizo a John Ehrlichman en 1994, asesor de política interior del presidente Nixon, centrada en la guerra contra las drogas y de la cual fue uno de sus principales arquitectos.

El libro es una mezcla de ciencia, reportajes y anécdotas personales de Pollan, quien con 9 publicados, y siendo director de un programa centrado en periodismo científico y medioambiental en la Universidad de Berkley,dice ser tan solo un jardinero. De hecho, es ahí -en su huerto- donde nace el interés por el tema y florecen sus amapolas.