Los Datos Cocteleros de la guerra de los sostenes, que tuvo lugar hace tres décadas

¿Sabía que a inicios de los 90 existió una gran pelea entre marcas de moda que fue llamada la guerra de los brasieres? Para explicar bien este capítulo hay que devolverse hasta 1964, año en el que Louise Poirier creó el Wonderbra para Canadelle, una empresa canadiense de lencería. Este sostén buscaba levantar y sostener la línea del busto. Canadelle vendió a la empresa británica Courtland Textiles una licencia para fabricar el Wonderbra en Europa y el producto pasó a formar parte de la división Gossard de Courtland Textile.

En 1990, el Wonderbra se convirtió en un furor. Según cifras de Gossard, hasta 1991 se habían vendido 11 millones de unidades, pero solo en 1992 se comercializaron 22.000 Wonderbras por semana. El problema de Gossard era que su licencia para producir este brasier finalizaba el 1 de enero de 1994. Y su competencia, Sara Lee Corporation había adquirido Canadelle en 1991, lo que significaba que era propietaria de los derechos de Wonderbra. Sara Lee, además, ya había anunciado el relanzamiento del producto con una campaña de marketing agresiva. Ante esto, Gossard decidió crear su propia versión modificada del Wonderbra, el nombre que eligió fue Ultrabra.

La guerra de los brasieres inició oficialmente en Reino Unido el 1 de enero de 1994. Las ventas de sostenes que realzaban el escote crecieron hasta 25% ese año. Ambas empresas llevaron esta pelea a territorio estadounidense. Gossard fue el primero, con el Super-Uplift. Pero Sara Lee no se quedó atrás, poniendo a supermodelos en avisos gigantes con el Wonderbra. El problema fue que las compañías no lograban dar abasto a la demanda creciente, por lo que otros competidores entraron a jugar: Miracle Bra de Victoria's Secret, It Must Be Magic Bra de Vanity Fair, Rendezvous de Maidenform y Push-Up Bra de Wacoal, son algunos ejemplos.