El Atlético de Madrid finalmente liquidó su deuda millonaria con el Gobierno español

El marcador del Atlético de Madrid está a cero. No el de LaLiga Santander, donde el club ha arrancado la temporada como líder. La que figura vacía es la casilla con Hacienda, pues ha liquidado el 100% del total de 202 millones de euros ($753.801 millones), incluyendo los intereses que debía a la Agencia Tributaria, con quien había acordado un plan de pagos en marzo de 2013 para ir devolviendo el histórico montante.

Y los rojiblancos lo han hecho, además, antes de lo previsto: tenían de plazo toda esta temporada que concluye en 2020 para cancelar esa deuda, pero realizaron el último abono adelantado el pasado 30 agosto.

La noticia marca un momento histórico en la gestión económica del club pilotado por Enrique Cerezo -presidente-, y Miguel Ángel Gil Marín -consejero delegado-. Hace años figuraba siempre en la radiografía del deporte rey como uno de los equipos con mayor deuda fiscal. Llegó a representar, de hecho, la tercera parte del agujero tributario total del fútbol español.

Lejos de esa fotografía, ahora la cancelación de esa obligación con la Agencia Tributaria se combina con inversiones importantes en la propia actividad del equipo, que, si bien generan deuda asumible con el sector privado, suponen una apuesta de futuro tanto en jugadores -con fichajes y la renovación generacional- como en instalaciones -con el Wanda Metropolitano y las sedes de su academia-.

En el primero, la inversión del Atlético en su plantilla ha sido de 147 millones en las dos últimas temporadas. Esta cifra es en términos netos, es decir, es el resultado de las compras de futbolistas -como João Félix y Lemar- y las ventas, caso de Griezmann, Rodrigo o Lucas. Al tiempo, la edad media de sus jugadores ha pasado de 27,3 años a 26,2.

Estadio y academia
Respecto al segundo punto -las instalaciones-, se cifra en 330,8 millones ($1,2 billones) el coste global de la construcción del Wanda Metropolitano, cuya obra fue ejecutada por FCC, controlada por el magnate mexicano Carlos Slim. Esta fuerte inversión obligó al Atlético a recurrir a Slim para financiar unos 200 millones a través de Inbursa -entidad financiera del magnate-.

Pero ese capítulo también está bajo control gracias a un plan de reestructuración de esa deuda con Slim que ahondará en el saneamiento financiero del club, beneficiado también por el propio traslado al Wanda Metropolitano -que elevó su aforo y sus ingresos-, por la última ampliación de capital y por la operación inmobiliaria Mahou-Calderón.

Pero el coliseo rojiblanco no es el único orgullo para el equipo directivo del Atlético. Se combina con las sedes para la Academia, concebida como el área de I+D y RSC. O, lo que es lo mismo, como el futuro y la vía para el deporte base. Porque su plan no pasa por que entrenen únicamente los mejores futbolistas jóvenes, sino extenderlo a todos los niños y niñas que quieran jugar con el Atlético al fútbol. Así, se concibe como una pirámide con la Academia de formación en la base y la de alto rendimiento en la cima, formada por los mejores futbolistas -la cantera-, como es el caso de Lucas Hernández, Koke, Saúl o Thomas.

En este caso, las inversiones también han sido cuantiosas. La academia de Alcalá de Henares, que abrió las puertas el pasado domingo, asciende a 18,18 millones. Hay otra prevista en Alcorcón que ya está adjudicada (que oscilará entre 15 y 20 millones), a la que hay que sumar el proyecto del anillo olímpico que aún no está cuantificado pero que no bajará de los 50 millones.

Todo ello contribuiría a elevar el valor de marca del Atlético, dándole potencia también de cara a las audiencias y los patrocinios y ayudando a apuntalar el plan financiero.