El Camino de Santiago de Compostela ¿qué es, cómo se hace y cuánto puede costarle?
sábado, 9 de abril de 2022
El tiempo de recorrido y el presupuesto para cada visitante dependerá de la fecha, la ciudad de salida y el transporte
El Camino de Santiago de Compostela se ha convertido en un destino anhelado no solo por los católicos del mundo, sino también por peregrinos y deportistas. Hoy le contamos en qué consiste, cuánto vale y cómo hacerlo, como una opción para Semana Santa.
Lo primero que debe saber es la historia de Santiago, o ‘Santiago el Mayor’, quien fue uno de los 12 apóstoles de Jesús en la religión Católica. Sus restos están en la catedral de Santiago de Compostela en España, con lo que el recorrido es una peregrinación hacia el lugar.
Distinto a una caminata común, el ‘Camino de Santiago’ cuenta con más de 200 rutas disponibles para llegar hasta la catedral, que pueden ir entre 100km o 900km. Algunas de las más sonadas son el camino inglés, el camino francés, el camino portugués o el camino de Madrid. A la fecha, el Instituto Geográfico Nacional de España, registra que en total son más de 80.000 kilómetros demarcados en 28 países.
“Todos los caminos están acondicionados para los caminantes. El tiempo es relativo y depende de las condiciones físicas y las jornadas de descanso. Yo lo hice en 15 días en bicicleta, pero hay personas que se tarda hasta 50 días caminando”, cuenta el viajero Luis Alberto Rendón, de @eldiariodebeto.
En cuanto a presupuesto, dependerá de cuál de los caminos elija, desde qué ciudad inicie el recorrido, qué tipo de transporte use y la temporada del viaje.
Para recorridos guiados, con alojamiento y alimentación entre cinco y seis días, los precios, pueden estar entre US$500 y US$1.000. Sin contar los tiquetes aéreos hasta Europa.
Si quiere ir por su cuenta, en las diferentes ciudades, también se encuentran albergues y hostales para los caminantes con precios que pueden ir desde US$10 la noche, así como menús con costos similares.
Rendón explica que lo primordial es tener una buena preparación física y mental para evitar lesiones o emergencias médicas en el camino. “Hay que ir también preparado anímicamente, es un reto de vida”, dice.
También sugiere contar con un buen equipamiento ya sea bicicleta, zapatos cómodos si va a pie, un kit de primeros auxilios básico y una mochila lo más liviana que se pueda.
El Camino, además de ser un reto físico, es un espacio de reflexión y autodescubrimiento para quien lo hace. “Es vivir una lucha con uno mismo, tratar de no vencerse, encontrar ánimo en las otras personas, hablar con uno mismo durante el recorrido, disfrutar de los paisajes, la comida y de toda la experiencia”, concluye el viajero.