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El chocolate se convierte en joya en Xocolatti

Ripe

No es casualidad que un joven de sólo 23 años haya sido el artífice de una de las boutiques dedicadas al chocolate más sofisticadas del mundo. Shaineal Shah, cuya familia se ha dedicado al negocio de la joyería de lujo durante tres generaciones, vio desde pequeño la similitud entre las piedras preciosas y el dulce elemento.

Así surgió la marca Xocolatti, inspirada en el universo de las joyas, para crear un amplio abanico de trufas y bombones que se pintan o recubren a mano.

Piña, fruta de la pasión, pistacho, champán, caramelo, mazapán o frambuesa son sólo algunos de los sabores que los paladares más golosos pueden degustar en la tienda que la firma abrió el pasado otoño en el Soho neoyorquino. Una de las especialidades gira en torno al cardamomo, considerada 'la reina de todas las especias', y que se encuentra en casi todos los hogares en la India. Lo mezclan con chocolate negro, y le infunden un pétalo de rosa para darle vida a las poco ortodoxas y aromáticas trufas.

El uso de condimentos provenientes de todo el mundo y la cuidada textura de todos los productos, en los que se incluyen las pizarras, una especie de tabletas llevadas a la más fina expresión, conglomerados, helados, y `clusters`, que se venden en este pequeño templo del chocolate de apenas 15 metros cuadrados, son el secreto de este negocio nacido en mitad de la ciudad.

En Xocolatti, donde según dicen, conciben cada pieza como si de una piedra preciosa se tratara, la tentación atraviesa los escaparates donde predomina el color verde y marrón que cubre las paredes.

La empresa De-Spec, encargada de su decoración, utilizó la yuxtaposición de las cajas de chocolate que funcionan tanto como almacenamiento como para crear un original espacio que cautiva a cualquier amante de lo dulce que pasee por Prince Street.

El establecimiento neoyorkino redescubre a través de sus deliciosos manjares, diseñados y elaborados de forma artesanal, que el chocolate, al igual que el queso o el vino, no es un simple alimento, sino una forma de arte.

Las trufas, que se venden en cajas de 9, 16 y 25 unidades, tienen un precio que oscila entre 22 ? las más pequeñas y 60 las mayores. Se pueden comprar también por Internet a través de la web oficial de la tienda.