El croata y 'Balón de Oro' Luka Modric, de ser refugiado a baluarte del Real Madrid
jueves, 9 de junio de 2022
El futbolista festejará sus 37 años en lo más alto, luego de alcanzar una nueva renovación con el club hasta junio de 2023
El Economista - Ciudad de México
Tener 37 años y seguir jugando para el Real Madrid es un mérito que no todas las estrellas que se han abierto un espacio sobre la pasarela merengue han podido cumplir. Raúl González Blanco y Cristiano Ronaldo, por ejemplo, partieron del club a los 33, a pesar de su amplio historial de goles. Pero en una posición más discreta, donde el cerebro es más importante que la velocidad de piernas, ahí la historia se cuenta diferente.
Ese es el caso del mediocampista croata, Luka Modric, quien festejará sus 37 años en las instalaciones del Real Madrid este 9 de septiembre, luego de alcanzar una nueva renovación con el club por un año, que lo amarra hasta junio de 2023. Eso garantiza que cumplirá 11 temporadas defendiendo el uniforme merengue y todavía se podría pensar en otra extensión, pues también en 2021 renovó por un año más.
“Estoy muy feliz de anunciar que voy a seguir jugando en el mejor club del mundo. Han sido 10 temporadas cumpliendo el sueño de vestir la camiseta del Real Madrid, pero sigo con la ilusión y ganas del primer día”, dijo el número 10 de la escuadra merengue, un lapso en el que ha ganado 20 títulos, incluyendo cinco de Champions League.
La sonrisa de Modric al mostrar su nueva playera con el dorsal 2023, haciendo alusión a su renovación, sigue siendo igual de grande que cuando estampó su firma por primera vez en 2012, cuando llegó procedente del Tottenham Hotspur por cerca de US$37 millones.
En aquel entonces tenía 26 años y su máximo mérito internacional eran unos cuartos de final de Champions (en la edición 2010-2011, cayendo justamente ante el Real Madrid). Desde entonces, su evolución lo convirtió en uno de los máximos ganadores en la historia de ‘La Orejona’, subcampeón del mundo con su selección nacional en 2018, ganador de un Balón de Oro y uno de los más reconocidos con el número 10 en la espalda merengue desde la época del portugués Luis Figo.
Pero la felicidad que hoy ostenta Modric le ha costado pasos de lucha más allá de las canchas y desde etapas muy tempranas de su vida. Luka y su familia llegaron a ser refugiados a inicios de la década de los 90 debido a la Guerra de los Balcanes, que azotaba a su natal Croacia cuando esta buscaba su independencia como nación.
Debido a las malas condiciones económicas de sus padres durante el conflicto independentista (su madre era trabajadora textil y su padre, aeromecánico), pasó la mayor parte de su infancia en casa de sus abuelos, con quienes trabajó como pastor de cabras desde los cinco años.
Nacido en Zadar, pero radicado en Modrici, un pueblo donde vivían sus abuelos, Luka vivió uno de los episodios más impactantes de su vida cuando solo tenía seis años: un grupo paramilitar de rebeldes serbios ejecutó a su abuelo paterno (quien también se llamaba Luka) junto a otros cinco lugareños e incendió su casa, lo que derivó en que su familia tuviera que huir.
“Yo tenía seis años de edad. Estos fueron tiempos realmente difíciles. Los recuerdo vívidamente, pero no es algo que quieras recordar o pensar”, expresó años después el talentoso mediocampista, que en 2018 ganó el mérito como mejor jugador del mundo (Balón de Oro) para romper una racha de 10 años consecutivos en los que el premio solo pasaba de las manos de Lionel Messi a Cristiano Ronaldo y viceversa.
Luego de la trágica muerte del abuelo, la familia Modric se vio obligada a refugiarse en un hotel de la localidad de Zadar, donde Luka había nacido. Allí, la mayoría del tiempo no contaban con energía eléctrica ni agua potable, además de que las granadas y balas eran parte del día a día. Bajo ese escenario, el pequeño Luka pateaba una pelota en un estacionamiento deseando algún día salir de esa realidad y vivir otra más tranquila de la mano del futbol.
“Vivimos en un hotel durante muchos años mientras teníamos problemas económicos, pero siempre me encantó el futbol. La guerra me hizo más fuerte, fue un momento muy duro para mí y mi familia. No quiero arrastrar eso conmigo para siempre, pero tampoco quiero olvidarlo”.
Entrando a la adolescencia, Luka fue rechazado por las fuerzas básicas del club Hadjuk Split porque lo consideraban demasiado frágil y tímido para el futbol, pero uno de sus entrenadores en la infancia en Zadar, Tomislav Basic, le abrió la puerta a través de sus contactos para obtener una prueba con el poderoso Dinamo de Zagreb, el equipo más ganador de la liga croata.
Su talento no pasó desapercibido y con 15 años se quedó en dicho club, donde empezó a llamar la atención de toda Europa. Fue cedido a préstamo con el Inter Zapresic de Croacia y el Zrinjski Mostar de Bosnia-Herzegovina, pero cuando al fin se consolidó en Zagreb, incluso se ganó una convocatoria con la selección de su país para jugar su primera Copa del Mundo en Alemania 2006, cuando apenas tenía 20 años.
Hoy, a sus casi 37, sigue marcando pauta en su equipo. Registró 12 asistencias en la temporada 2021-22, su mejor récord desde que era juvenil en el Dinamo de Zagreb, y a inicios de año fue nombrado MVP en la final de la Supercopa de España, además de cerrar el ciclo con el título número 35 de LaLiga para el Real Madrid y el número 14 de Champions League, méritos en los que él fue titular y lo empujaron aún más a la ansiada renovación.
“Me siento bien, física y mentalmente. Para mí, lo más importante es seguir haciendo las cosas bien y ayudar al equipo a ganar títulos”, dijo el número 10, que se ha ganado la entera confianza del Míster merengue, Carlo Ancelotti: “Con balón o sin balón, Modric es un jugador extraordinario”.
Con Real Madrid, Luka Modric también llegó a su valor de mercado más alto, al tasarse en 55 millones de euros entre 2014 y 2015, aunque ahora, por su edad, está valuado en 10 millones. Sin embargo, su participación es prioritaria, por eso el equipo decidió renovarlo ante su anterior contrato, que perecía el 30 de junio de 2022. Por el contrario, otros jugadores como Marcelo, Isco y Gareth Bale, cuyos acuerdos también caducan en esa fecha, no fueron renovados.
Dentro de la plantilla actual del Real Madrid, los jugadores con mayor vigencia de contrato son Federico Valverde y Eduardo Camavinga hasta 2027, seguidos por Thibaut Courtois y David Alaba hasta 2026, además de otros siete jugadores que finalizan la relación en 2025, entre los que se encuentran los titulares Casemiro, Dani Carvajal y Éder Militao.