Ocio

El deporte y la diabetes

Alexander Obando

La diabetes es más común en personas sedentarias, pero también es posible que sorprenda a deportistas.

Es una enfermedad que se produce por la alteración del metabolismo y se caracteriza por el aumento de la glucosa en la sangre. Además, esta condición suele hacer que los vasos sanguíneos más pequeños sufran daños y ocasionen problemas a otros órganos.

En el organismo básicamente se almacenan dos tipos de combustibles: grasa y glucosa.

El cuerpo está adaptado para almacenar grandes cantidades de grasa, mientras que el almacenamiento de glucosa es muy limitado; es decir, los dos tipos de combustible que los músculos necesitan para su funcionamiento. Si un deportista se alimenta con unos niveles muy bajos de carbohidratos, no podrá tener buenas reservas de glucosa. Además, al hacer ejercicio se aumenta el consumo de glucosa, agotando nuestras reservas energéticas (incluso dentro de los primeros minutos del entrenamiento).

Como norma general, debe existir una comida previa a un entrenamiento o competencia, así la energía de estos alimentos estará disponible a lo largo de la actividad. Lo mejor es elegir alimentos de fácil digestión y evitar alimentos grasosos pues estos requieren mayor energía para su digestión. La idea es empezar nuestro entrenamiento cuando los alimentos estén totalmente digeridos para que no haya ningún tipo de molestia.

Ejercicios como correr, nadar o montar en bicicleta gastan más glucosa que los deportes de fuerza (por ejemplo el levantamiento de pesas). Los ejercicios de baja intensidad consumen básicamente grasa, pero a medida que se aumenta la intensidad, el gasto se enfoca en la glucosa.

Después del ejercicio, los deportistas deben consumir carbohidratos para recuperar las reservas energéticas lo más pronto posible. El ejercicio puede actuar de manera parecida a la insulina, activando los músculos para que sean capaces de absorber la glucosa de la sangre.

En cualquier caso, es bueno que todos los que hacemos deporte -diabéticos o no- tengamos a la mano algún tipo de alimento, especialmente que sea a base de carbohidratos, ya que será una reserva para utilizar en caso de emergencia y no llevará nuestro cuerpo a límites innecesarios.

Así mismo, vale la pena tener presente que la cantidad necesaria de carbohidratos para cada deportista varía, pero con ayuda de un nutricionista se puede hacer un cálculo aproximado a partir del peso corporal y la cantidad de horas de ejercicio que se practica en la semana.