Ocio

El lujo como una expresión de afecto

123rf

Paola Velásquez

Regalar en Navidad es mucho más que cumplir con una tradición; es una oportunidad de demostrar cuánto nos importan las personas que queremos. Y, aunque el mercado está lleno de opciones, hay un fenómeno que se está imponiendo con fuerza en Colombia: los regalos de lujo. Pero no nos equivoquemos, no se trata solo de precios altos o marcas exclusivas. Regalar lujo es regalar significado, status y emociones. En Silidubai, donde tenemos la oportunidad de trabajar con algunas de las marcas más exclusivas del mundo, hemos notado un aumento de 50% a 55% en las ventas de productos premium para fin de año. Este fenómeno no ocurre por casualidad. Vivimos en una era en la que el consumidor busca más que un producto; busca una experiencia, una conexión emocional y, muchas veces, una declaración de intenciones.

¿Por qué elegir un regalo de lujo? Porque trasciende lo material. Una fragancia exclusiva, como las de Emmir Milano, no solo es un aroma; es una historia, un viaje a través de ciudades como Roma o Florencia, con una elegancia y tradición que cautivan los sentidos. Además, tienen aromas sofisticados y distintivos, ideales para las celebraciones. Con notas amaderadas y florales que evocan elegancia, así como toques cítricos y afrutados que brindan frescura y dinamismo.

Por otro lado, una prenda de diseñador, como las T-shirts, hoodies, joggers, polos y gorras de Balr, sé que dominarán las elecciones para quienes buscan un look moderno y sofisticado pero con un toque urbano. Ya que en esta época, el estilo streetwear se ha consolidado como una de las tendencias más fuertes en la moda de lujo. Porque no solo es ropa; es una manifestación de un estilo moderno y sofisticado.

Más allá de los objetos, lo que el lujo permite es dar un mensaje: “te valoro, te aprecio, y quiero regalarte algo tan exclusivo como tú”. Creo que esa es la verdadera esencia detrás de esta tendencia que hemos visto crecer en nuestro país.

Por supuesto, el lujo no es para todos, ni tiene que serlo. Hay quienes lo ven como una extravagancia y quienes lo aprecian como una inversión. Yo lo veo como una manera de transformar un regalo en algo significativo y duradero. Un accesorio funcional, como una fanny packs, cross bodies, back packs o duffel bags no solo son prácticos, sino que reflejan estatus y estilo, estas piezas se convierten en los favoritos de quienes desean un toque de lujo en su día a día. O unas gafas de sol Cartier o Prada, no solo son bellos y útiles; son también piezas que marcan la diferencia y cuentan una historia. Son un clásico que nunca pasa de moda. Con modelos oversize con formas geométricas, monturas en acetato de colores vibrantes y acabados metálicos dorados o plateados serán protagonistas, evocando un estilo retro y glamuroso.

En un país donde la cultura aspiracional está en auge, el lujo ha dejado de ser algo inalcanzable para convertirse en una forma de celebrar logros, aspiraciones y conexiones personales. Y lo que es aún más fascinante, el auge del comercio electrónico y las experiencias personalizadas han hecho que esta industria esté al alcance de más personas, democratizando, en cierto modo, el acceso a estas piezas exclusivas.

En esta Navidad, mi invitación es a regalar con intención. No se trata de cuánto cuesta un obsequio, sino del mensaje que transmite. Y si el lujo es la manera en que elegimos expresar nuestro afecto, entonces no estamos regalando solo objetos, sino emociones, experiencias y, sobre todo, recuerdos que perdurarán mucho más allá de las festividades.

Porque, al final, lo que realmente importa no es lo que damos, sino el impacto que dejamos.

TEMAS


Moda - De lujo - Lujo