Ocio

El más famoso del mundo

Clara Estrada

El pantalón más famoso del mundo es, sin duda alguna, el jean o también llamado vaquero. Y es que su historia se remonta a 1873, cuando un comerciante alemán decidió migrar a los Estados Unidos, y junto con un sastre norteamericano crearon los primeros jeans de trabajo para obrero, usando el denim como su material protagonista.

Desde eso, como dice el dicho popular, mucha agua ha corrido bajo el puente, y los famosos blue jeans son usados por millones de personas en todo el mundo.

Ha sido tanto el impacto, que las grandes casas de moda dedican colecciones enteras a trabajar ese tipo de tela con su especial acabado.Ahora no solo los hacen en su color original, pues los tonos fuertes le han dado un poco más de versatilidad al vestir.

De moda siempre estarán, pero lo que sí hay que decir de este super pantalón es que dentro de sus gamas de colores en azul hay que tener mucho cuidado, porque no todos los tonos se ven bien en todos los cuerpos. Y aunque, como todo en la vida, es cuestión de gustos, mírese bien en el espejo antes de salir de su casa, o mejor, antes de comprarlos en un almacén; no se deje convencer del vendedor, pues para ellos, todos “horman” muy bien, y todos nos quedan perfectos. Pero la verdad es que los muy claros y con trabajos importantes de prelavado no son los más indicados para las formas gruesas, por aquello de la ilusión óptica.

Ahora bien, según los diseñadores, para esta primavera - verano 2013- mandan la parada los extremos; o es el estilo pitillo muy muy ajustado en la bota, o la acampanada, y entre más ancha mejor. Para los angostos, recomiendan encima del tobillo, y para los anchos, por favor, no se le ocurra a esa misma altura porque se verá fatal. En cuestión de talle, el bajo pareciera que está pasando de moda, pues los últimos modelos vienen como los que se usaron hace un par de décadas, casi tapando el ombligo. La verdad no todo lo que es moda queda siempre bien. Yo me voy por un estilo un poco más atemporal y clásico, y solo uso y sugiero la bota recta. Poco arriesgada, quizá, pero cómoda y segura, total. Y el talle, la verdad lo prefiero ni muy arriba, ni muy bajo, pues ambos extremos traen sus desventajas. ¿Y rotos? Ojo, no se vaya a ver como una cuchi - Barbie o como un cuchi - Ken.