El restaurante Longaniza celebra 40 años y sus empleados son los nuevos dueños
viernes, 5 de abril de 2019
Ayer se firmó el traspaso a los nuevos accionistas del tradicional restaurante, reconocido por sus cortes madurados de punta de anca, bife chorizo y chuletón
Laura Neira Marciales
El restaurante Longaniza fue inaugurado el 8 de septiembre de 1976 por tres amigas: María Paulina Reyes, Silvia Vieria y Michael Ann Augeri y se convirtió rápidamente en uno de los referentes en carnes a la brasa en la capital.
Este año, el establecimiento cumple 43 años de servicio y una década en su nueva locación en la glorieta de Siberia, y como parte de la celebración sus dueños decidieron entregar el 100% de las acciones de Longaniza a sus empleados, con quienes firmaron ayer el traspaso del restaurante.
Gerardo Alarcón, gerente de Longaniza, aseguró que “fue una grata noticia para todos y en agradecimiento queremos mantener el tradicionalismo y el ambiente familiar que ha caracterizado al restaurante desde sus inicios”.
Por ello, el espacio seguirá ofreciendo los cortes de carne que lo convirtieron en un ícono durante estas cuatro décadas. Para contar siempre con carne de calidad, Longaniza busca a proveedores certificados y realiza “un proceso de maduración que resalta el sabor de las preparaciones”, agregó Alarcón.
Aunque una de las fortalezas del restaurante es su menú de almuerzos, la carta no se limita a este tipo de comidas: todas las mañanas ofrece a sus comensales un brunch, y si bien su especialidad son las preparaciones con carne a la parrilla, también ofrecen platos con salmón, trucha, lomo de cerdo, arroz mixto y ensaladas, además de sus tradicionales sopas y cremas.
Estas opciones se pueden maridar con una amplia carta de vinos de distintas cepas originarias de Argentina, Chile y España, entre otros países.
Ahora que son propietarios del sitio, sus empleados planean buscar otras zonas industriales para expandir la marca, aunque todavía no tienen un lugar o fecha exacta. Y dejan claro que proyectan llevar a cabo esta tarea “manteniendo siempre ese romanticismo del ambiente, la calidad de los productos y el factor humano”.
Chuletón a la parrilla
Corte de chata u ojo de bife con hueso de costilla de 350 gramos madurado y preparado a la parrilla, servido con una porción de papa criolla, puré de papa o papa salada, acompañado de una ensalada.
Punta de anca a la parrilla
Corte de los cuartos traseros del animal, de 350 gramos, preparado a la parrilla y servido con una porción de papa criolla, puré de papa o papa salada, acompañado de una ensalada.