“El ser humano no viene a este mundo a trabajar tan solo para ganarse un mínimo”

Aunque el deseo de superación y de cumplir metas puede ser un excelente motivador en la vida de las personas, también suele ser una gran fuente de frustración cuando estas no se cumplen.

Carlos Buelvas, escritor y coach experto en desarrollo personal y empresarial, reconocido además por ser autor del libro, ‘De la Sima a la Cima’, recomienda identificar específicamente las metas que se quieran cumplir, para lo que será necesario “separarse de los patrones impuestos por los padres y la cultura de cada país”.

¿Cómo puede evitarse el estancamiento?

Lo más importante para evitar el estancamiento es identificar -realmente- cual es la meta que se quiere lograr. Yo también me he sentido estancado, pero es porque uno no sabe hacia dónde va. Las personas suelen traer muchos patrones aprendidos de sus padres: que tienen que graduarse, estudiar en la universidad, buscar un empleo. ¿Qué pasa? En la economía actual un título a veces no es suficiente, por lo que es más importante mostrar los talentos y los dones, que es lo que está generando verdadera felicidad y pasión a la gente. Cuando las personas encuentran sus pasiones deben seguirlas para ser más felices.

¿Qué otras recomendaciones tiene para estos casos?

Una de las cosas que más recomiendo es apartarse de todo lo que no sume, alineándose con personas que compartan tus objetivos y mentalidad. También hay que cerrar esos patrones que traemos desde la infancia, de la cultura y el entorno en el que estamos. Eso último es clave para adaptarse a la nueva economía y los modelos que hoy propone la globalización. Muchos se deprimieron en la pandemia, pero otros elevaron sus estándares y hasta se hicieron famosos por medio de las redes sociales.

¿Estar ocupado es realmente ser productivo?

Hay casos de empresarios que piensan que están bien por estar dentro de un sistema económico, pero lo que están es endeudándose todo el tiempo sin producir. Mucha gente cree que por estar ocupada es productiva, pero ven a otros que no invierten el mismo tiempo laboral y ganan mucho más dinero. Por eso hay que identificar y diferenciar lo que es estar ocupado de lo que es ser productivo. Todo esto aporta a la felicidad de cada uno.

¿Cuál es entonces la mentalidad que deben tener?

Nosotros no venimos a este planeta para trabajar por un salario mínimo; para salir al trabajo, de allí a la casa y así consecutivamente. Esa mentalidad que nos inculcaron nuestros padres ya no tiene cabida en este mundo, pero adaptarse depende de cada quien tome las riendas. Para eso también estamos los coach, que potenciamos las habilidades de las personas para que puedan transformar sus negocios.

¿Hay diferencias en la mentalidad de los latinoamericanos con los que ha trabajado?

He tenido la oportunidad de trabajar con personas en toda Latinoamérica y en todos los miedos son los mismos. Todo viene de los patrones detrás de la familia de cada uno. Lo que cambia es la actitud con lo que cada uno se presenta a su trabajo, a su emprendimiento. La particularidad de cada nación es su cultura, pues hay cosas que son buenas en Colombia que quizás no lo son en Venezuela. Pero, a nivel general, si tu le quitas ese trasfondo a un argentino, a un colombiano o un mexicano, son los mismos miedos y las mismas actitudes las que te van a llevar al éxito.

¿Qué suele decirle a los emprendedores?

Trato de enseñarles cuáles son las actitudes que deben tener. Adaptarse a los cambios, innovar, tener capacidad para enfrentar las situaciones que se presenten con la mejor actitud y saber reconocer las herramientas y recursos con los que cuentan.