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El ‘Súper Mercedes’ de Adolf Hitler que será subastado

El automotor ha pasado por ocho propietarios diferentes hasta la fecha.

Expansión - Madrid

El histórico Mercedes-Benz 770K Grosser Offener Tourenwagen, de cinco marchas y que superaba los 160 kilómetros por hora, fabricado a la medida de Adolf Hitler, y que se le entregó al mandatario en Berlín el 29 de julio de 1939, se subastará este miércoles.

Él nunca lo condujo porque carecía de carnet de conducir, pero el 6 de octubre de ese mismo año hizo su debut público como parte de una caravana de vehículos cuidadosamente diseñada para maximizar la seguridad personal del Führer.

La siguiente vez que se utilizó fue el 18 de junio de 1940, en un desfile en Múnich para recibir al dictador italiano Benito Mussolini y el 6 de julio de ese mismo año el Mercedes atravesó Berlín para pregonar la sorprendente caída de Francia. Ya, el 15 de julio de 1943, fue devuelto a la fábrica de Sindelfingen para su mantenimiento.

Resulta curioso que se blindara el coche por seguridad pero que fuera descapotable. Era evidente que el líder nazi se negaba a renunciar a su lucimiento personal en los desfiles y sus apariciones en público. De hecho, se habilitó una plataforma de 13 centímetros para que pudiera subirse a ella cuando saludaba a las masas. También se colocó en el parabrisas abatible un asidero para evitar que se cayera en algún giro o bache.

Al acabar la II Guerra Mundial, en 1945, el automóvil pasó a manos del ejército estadounidense como botín y usado por la policía militar de EE.UU en Francia. En 1946 lo compró un tabaquero belga que a su ve lo vendió a cambio de US$1.800 en tabaco a un empresario americano de Tennesse, llamado Tom N. Austin.

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