Ocio

Entrenar vs. dormir

Alexander Obando

Prácticamente la tercera parte de nuestras vidas la pasamos durmiendo y eso va para todos, es decir que un deportista (sea aficionado o de nivel profesional) debería respetar las horas de sueño tanto como las del entrenamiento.

Incluso si no se piensa en estar en los primeros lugares de una competencia, hay que tener muy presente que el sueño perdido difícilmente se logrará recuperar.

Los días previos a la carrera son los más importantes.

Si no se duerme lo necesario vendrán algunas alteraciones en el organismo y no será posible alcanzar un rendimiento físico del 100%.

Se sentirá un cansancio general. La falta de sueño hace que nuestros movimientos sean más lentos y también afecta nuestro ritmo cardíaco.

Sin importar la razón por la cual nos vimos obligados a tomar la decisión de aplazar la hora de ir a dormir (razones académicas, laborales, familiares, sociales, etc.) hay que debatirse al programar las actividades deportivas de los días siguientes, pues podría ser necesario sacrificar algún entrenamiento o competencia.

Ante estas circunstancias, existen varias alternativas para tener en cuenta en la perspectiva de una adecuada preparación física.

Por ejemplo, también se puede bajar la intensidad de los entrenamientos para evitar que el cansancio se una con la falta de sueño.

Algunos atletas de alto rendimiento acuden al consumo de energizantes para recuperarse. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este tipo de sustancias suelen alterar nuestro sistema circulatorio.

De esta manera se puede concluir que descansar y dormir representan los mejores recuperantes para el deportista, independiente del nivel de competencia para el cual se prepara; además se recomienda consumir proteínas (bajas en grasa), frutas, mucha agua y masajes para relajar los músculos.

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