“Los emprendedores y empresarios son claves en todo el desarrollo de este libro”

En medio de las malas noticias diarias, el politólogo, abogado y director de Noticias RCN, José Manuel Acevedo, decidió poner el foco sobre aquello que inspira y construye con el lanzamiento su nuevo libro ‘El país en sus manos, 40 líderes colombianos que construyen el presente y el futuro’. Acevedo habló sobre su invitación a mirar a Colombia desde sus historias de liderazgo, talento y resiliencia.

¿Cuál fue el criterio más determinante para elegir a los líderes que salen en este libro?

Son unas historias de vida de esas que inspiran; que van en construcción, en las que se normaliza el fracaso, la derrota y se habla de esto como un elemento indispensable para crecer a partir de los tropiezos. Este país está lleno de gente no solo buena, sino muy buena, y se nos quedan cortas las páginas para contarlas a todos.

¿Qué tanto de emprendimiento pudo encontrar en estas historias del libro?

Los emprendedores y empresarios son claves en este libro. Desde los ejecutivos que la rompen en sus empresas, llegando a posiciones de poder en las que antes se requerían más canas que ganas, hasta los que se le midieron a crear sus propias empresas y quienes son emprendedores sociales. Esta nueva generación está aportándole elementos distintos a una sociedad acostumbrada a negocios tradicionales. Los jóvenes están abriéndose cambio con cosas diferentes e innovación y eso es bueno para el país en general.

¿Qué descubrimiento inesperado hizo durante la investigación para el libro?

Me encantó conocer tanto liderazgo social. Anggy en Cundinamarca, Juan Diego en el Catatumbo, Andrés Felipe en Cali, Brayan en Buenaventura. De verdad, están haciendo cosas memorables, de impacto colectivo tremendo. Eso me mueve mucho las fibras.

¿Cuál es el denominador común que conecta a estos 40 líderes a pesar de venir de sectores tan distintos?

He encontrado unos elementos usuales que merece la pena mencionar. La familia como el motor de todas las historias. La dificultad superada en todos los niveles como eje central de cada relato, y sobre todo unas ganas tremendas de irrumpir, de no comer entero, de cuestionarse el orden de las cosas y proponer modelos sustitutivos.

En un país con desafíos sociales y fiscales, ¿qué modelos de desarrollo se repite entre estos jóvenes líderes?

Yo sí creo que, en general, hay una insatisfacción con la cantidad de horas y trámites a los que un emprendedor tiene que dedicarse en Colombia para crear o sostener una empresa. Hay una crítica ahí que debería tenerse en cuenta. Si el Estado apuesta por la simplificación de estas cosas, la economía se moverá de una manera más potente. ¡Párenle bolas a los jóvenes empresarios de este libro que así lo manifiestan!

¿Qué le reveló esta investigación sobre la capacidad del país para innovar o reinventarse?

Ninguno de estos muchachos está esperando a que lleguen las elecciones o el 7 de agosto para empezar a hacer cosas. Esa es una lección tremenda para todos. La vida pasa y el país no puede detenerse ni siquiera por sus malos gobernantes. Esta generación está dispuesta a superar todos los debates estériles de las generaciones anteriores. Eso me gusta porque es más pragmatismo, y menos polarización.

¿Hay algún sector donde sienta que Colombia está a punto de dar un salto gracias a estas nuevas generaciones?

Me gusta mucho lo que está pasando con los liderazgos sociales. El trabajo colectivo para sacar adelante comunidades enteras con una visión práctica de las cosas nos puede llevar a saltar rápidamente a enfoques novedosos de lucha contra la pobreza, sin asistencialismo, sino con escucha activa para generarle oportunidades a los más marginados. Ahí hay una tarea pendiente para nuestros gobernantes de conocer de primera mano lo que está pasando en los diferentes territorios.

Muchos líderes jóvenes trabajan desde lo local. ¿Le sorprendió la fuerza que está surgiendo fuera de Bogotá?

Este es un país de regiones y que cerca de 80% de las historias del libro vengan de ciudades distintas a Bogotá, dice mucho. Obvio que también los “rolos” hacen lo suyo, pero qué chévere poder resaltar a personajes que no la tienen tan fácil para llegar a un medio de comunicación o estar en un libro. Siento que en algo estamos ayudando ahí.