"Sería bacano y chévere tener una marca de ropa, pero lo importante es ayudar a lo niños"

Hace menos de 20 años en una pequeña cancha de tierra de Guachené, uno de los 42 municipios del departamento del Cauca, un niño descalzo pateaba un balón de fútbol con el único sueño de ser profesional y jugar en los mejores estadios del planeta.

A más de 11.000 kilómetros de distancia de esa cancha, ese niño convertido en un hombre de 24 años marcó uno de los goles más importantes en la historia del fútbol colombiano: ante Inglaterra y en los octavos de final del Mundial de Rusia 2018.

Yerry Mina le puso suspenso a la eliminación de la Selección Colombia y confirmó, con sus tres goles, que dejó de ser promesa para convertirse en realidad. Una condición que le obliga a pensar si su futuro seguirá ligado al FC Barcelona o a otro equipo del mundo, pues su rendimiento deportivo generó un aumento de su valor de mercado (US$10 millones) y ha hecho que varios equipos del mundo se lo peleen y que empresas nacionales lo busquen como imagen.

La última alianza que el deportista caucano selló fue la de ser embajador de Fiat en Colombia, con la cual, dice, solo busca ayudarle a los niños de su fundación en Guachené.

Ese es el común denominador de sus respuestas. Con una timidez que sería impensada si solo se ven sus celebraciones en los partidos, Mina responde que “sería bacano tener una marca de ropa”, siempre y cuando pueda ayudarle a los niños, los cuales, si se convierten en futbolistas profesionales deben aprender a invertir y rodearse de personas que los quieran.

En diálogo con LR, Mina expresó cómo ve a los futbolistas locales, les dio un par de consejos y entregó algunas pistas sobre su futuro empresarial.

Tras la alianza con Fiat, ¿cómo explica la importancia de los futbolistas para las empresas tras el Mundial?
La verdad me llena de alegría estar en ese equipo que dará buenos resultados pues esto ayuda a las fundaciones. Nos basamos en la idea de ayudarle a los niños a que cojan buenos caminos y que sean mejores personas. En mi primer Mundial aprendí mucho y mejoré como persona y como jugador, lo importante es agradecer a las empresas.

¿A qué cree que se debe que Colombia ya esté en el ‘top 10’ de los principales exportadores de los futbolistas?
El jugador colombiano quiere salir adelante. Quiere ir a Europa y aportar su talento. Es importante para nosotros abrir puertas y que así puedan llegar futbolistas que estén acá. Así Colombia cada día es más grande y hacemos un país mejor.

¿En qué ha mejorado el futbolista colombiano?
La calidad y la técnica siempre han estado. Creo que sobresalen las ganas de triunfar y salir adelante. Ahora el pensamiento fuerte es fundamental, al igual que el compromiso y la puntualidad. Hay que estar tranquilo. Cada día mejoramos en esos puntos y me siento orgulloso.

¿Qué decirle a quienes quieren seguir al fútbol como profesión?
Después de Dios y mi familia el fútbol. Hay que decirles que traten de hacer lo que les gusta. Van a tener una oportunidad y tendrán que aprovecharla. A mí muchos equipos me dijeron que no, pero Dios me tenía algo preparado. Deben ser juiciosos y puntuales, para hacer eso que quieren.

¿Por qué los futbolistas deben manejar bien su dinero?
No se trata de invertir por invertir. Creo que debemos estar rodeados de buenas personas que busquen el bien. Debemos ahorrar y si invertimos se trata de hacerlo bien. Hay que manejar bien el dinero y así tener una vida tranquila con los pies sobre la tierra porque cuando estás en medio de la fama, hay personas que no estaban ahí que se acercan.

¿Buscará invertir y ser empresario?
Yo quiero ayudar a los niños y sí sería bueno buscar algo para hacerlo. Si pienso en algo, sería bacano y chévere tener una marca de ropa. Pero hay que esperar, tener un negocio es duro. Lo importante es trabajar y darle un mensaje positivo a los jóvenes.

Aún no es claro su futuro, ¿qué liga le gusta más después de la española?
Me gusta la inglesa y la italiana. La alemana también es buena, donde haya buen fútbol.

¿Ya hay ofertas sobre la mesa?
Sí hay muchas ofertas, pero esperemos. Voy a descansar y luego ya pensaré en eso.