Ocio

Escultor Jeff Koons decora botellas de vino Rothschild

Ripe

Château Mouton Rothschild es un Premier Cru, cuya uva proviene de 84 hectáreas de viñedos en Pauillac, al suroeste de Francia, en una combinación -para muchos- mágica: Cabernet Sauvignon (83%), Merlot (14%) y Cabernet Franc (3%).

Puntualmente en años anteriores a la gran guerra, y cada año desde 1945, un artista es comisionado para crear una obra de arte en forma de etiqueta a petición de la familia Rothschild, aceptando como pago extraordinarias cajas de vino. Comenzando con Philippe Jullian, la insólita lista de bebedores a cambio de su arte ha crecido, con nombres tan importantes como Jean Cocteau o Georges Braque, a los que han terminado añadiéndose Dalí, Miró, Chagall, Picasso, Warhol, Soulages, Bacon o Tàpies.

Desde los años 80, es la baronesa Philippine de Rothschild, filántropa y coleccionista, la que se encarga de esta selección, y firma con su propio nombre también la etiqueta. Este año, para ilustrar el vintage 2010, la Baronesa ha pedido al escultor americano Jeff Koons (Pensilvania, 1955) que se deje llevar por la más inusitada inspiración. ¿El resultado? Un Nacimiento de Venus, originalmente un fresco de Pompeya, sobre el que se dibujan en líneas plateadas una copa y un barco que navega bajo el sol… apropiacionismo e intervención sobre íconos de la cultura, no exenta de un toque kitsch.

La etiqueta del Premier Cru, diseñada por Koons.
Popular por voluntad propia y admirador del pop de Warhol y el ready-made de Duchamp, el escultor americano Koons volvió a ser adorado por los coleccionistas franceses en su última gran exposición en Versalles. Pero es una estrella del art system desde los años 80, debido a su uso hábil de la provocación y los medios, creando obras transgresoras como su serie de fotos eróticas junto a la actriz italiana Cicciolina, y otras escultóricas monumentales como Puppy, un perro cubierto de flores en la entrada del museo Guggenheim de Bilbao.

El arte exterior también le costará al bebedor
Este vino -cuyo precio rondará en los US$1.300- será disfrutado sobre más de una cubierta, bajo un sol como el dibujado, pero lo que es más seguro es que provocará intensos momentos, con su 97 Parker y su irónica etiqueta. Un vino clarete naturalmente concentrado, de rojo claro con tintes azulados y una gama compleja… frutal en nariz, con aromas a grosella negra y cereza; profundo y redondo en el paladar, terminando fresco y mineral, con longitud, elegancia, armonía y un lugar en la Historia del Arte.