Turismo

Estrés en los vuelos, el nuevo problema que surge con el regreso de los viajes aéreos

La pandemia pudo generar más sensibilidad al compartir espacios reducidos en los aviones después de tanto distanciamiento

Joaquín Mauricio López Bejarano

Más personas de todo el mundo están volviendo a planear viajes aéreos, y algo curioso es que el estado de ánimo es nervioso. The Wall Street Journal publicó recientemente una encuesta a 5.000 asistentes de vuelo en la que 85% de los ellos dijeron que se habían visto obligados a lidiar con pasajeros rebeldes el año pasado.

Solo en EE.UU. la Administración Federal de Aviación ha investigado 628 episodios de comportamiento perturbador de los pasajeros en 2021, frente a menos de 150 en todo 2019.

Además, no parece que cierre una semana en la que las redes sociales no relaten un episodio perturbador a 30.000 pies. “Sigo pensando en la tripulación, que ya tiene trabajos bastante duros, y ahora deben lidiar con la terrible suerte de estar sentados cerca de personas problemáticas”, fue un mensaje viral en redes, por parte de una viajera.

Curiosamente solía​ ser que la mayor preocupación de un pasajero en un vuelo era ocupar el asiento del medio entre alguien que tenía un mal olor, movimientos bruscos en los asientos, o simplemente la silla que iba a caer de sorpresa según el tipo de tiquete o aerolínea. Comparado con las noticias de ahora, esos relatos parecen manejables.

Hay algunas teorías sobre el repunte de los incidentes de la “furia aérea”, como le dicen algunos. Una son las políticas de mascarillas que rodean los viajes en avión. A algunas personas simplemente no les gusta usar tapabocas, y no es suficiente que simplemente la tripulación recuerde su obligatoriedad.

Incluso, personal de la salud ha dicho que la propia pandemia volvió a las personas más irritables, con sed de estar más aislados y distantes de ciertos extraños y un avión no es el espacio indicado.

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