Turismo

Granjas ecológicas y visita al desierto, entre atractivos más destacados de Aruba

Para disfrutar de la jardinería una buena opción es visitar The Oasis Farm, un centro turístico con más de 400 plantaciones de papaya, yuca, plátano, banano, mango y otros productos nativos

Daniella P. Rodríguez

“¿Qué exportan en Aruba?, felicidad”, asegura orgulloso Jonathan Boekhoudt, funcionario de la ATA (Autoridad de Turismo de Aruba) al preguntarle sobre los rubros de mayor peso en su economía. Si bien, Aruba es conocida como la ‘isla feliz’, lo cierto es que más de 90% de sus ingresos, en realidad, los obtiene del turismo.

Pero, ¿qué se puede hacer dentro de la isla?, los planes son variados y para todo tipo de turistas. Si usted prefiere relajarse, disfrutar una buena cena y coctel, e incluso teletrabajar, la oferta de hoteles de lujo es bastante amplia y le permitirá, entre otras comodidades, pasar días enteros en la playa.

Para quienes prefieren disfrutar de la naturaleza y los paisajes, más allá de relajarse, la isla paradisiaca también cuenta con varios parques naturales desérticos con sus propias playas cristalinas, cuevas y jardinería pulcramente diseñada.

Uno de los más populares es el Parque Nacional Arikok que ocupa cerca de 20% de la extensión de la isla y permite visitar las dos formaciones base: una de lava; otra de diorita de cuarzo y otra de piedra caliza que se extienden por toda la costa. Entrar a esta maravilla natural tiene un costo de US$11 por persona.

Parque Nacional Arikok

Para disfrutar de la jardinería una buena opción es visitar The Oasis Farm, un centro turístico con más de 400 plantaciones de papaya, yuca, plátano, banano, mango y otros productos nativos, en el que sus visitantes podrán aprender del proceso de siembra, cosecha y consumo.

Este lugar recibe más de 50 visitantes al día y guías turísticos oficiales ofrecen recorridos con acompañamiento desde US$20.

The Oasis Farm

De vuelta al contexto de la isla, Boekhoudt cuenta que este archipiélago cuenta con 192 kilómetros cuadrados y hace parte de las islas ‘A.B.C’ del Caribe holandés, que corresponden a Aruba, Curazao y Bonaire, con una población de casi 107.000 personas.

Como todos los destinos internacionales ( y mucho más los que dependen del turismo) Aruba sufrió con las restricciones que trajo el covid-19, y le ocasionó una caída de más de 50% en el número de viajeros en el ejercicio de 2021 versus 2020.

En un año prepandemia, como 2019, la isla podía recibir más de 1,1 millones de visitantes, de ese total, 80% provenientes de EE.UU.; 10% de América Latina; 8% de Europa y el 2% restante de otros países del mundo.

En 2020 la cifra se contrajo 98% hasta 380.000 viajeros y en 2021, luego de recuperarse un poco, estuvo en 806.000, 36% menos que lo alcanzado en prepandemia. A la fecha, la isla no ha recuperado su grueso económico (el turismo), por lo que busca darse a conocer para no solo atraer viajeros, sino también aumentar sus récords previos.

Una actividad adicional que se suma al listado es visitar las granjas de aloe, un producto que, junto con el turismo, se ha convertido en uno de sus fuertes. La isla cuenta con varias hectáreas de plantaciones para la producción local la cual, posteriormente, llega a mercados internacionales de la mano del e-commerce.

Si visita Aruba podrá tomar uno de los recorridos guiados por la isla que dependiendo de su elección pueden tardar entre una y seis horas, en estos suele incluirse una breve parada a estas plantaciones con precios que van desde US$30 hasta US$150.

Finalmente, podrá deleitarse con las diferentes playas que tiene el lugar, una de las más emblemáticas es la de Arashi, en la que podrá nadar, bucear y acceder a a la gastronomía local, en la que además de los frutos del mar destaca la cerveza artesanal.

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