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Habanos pequeños, una alternativa contra el afán que cada día tiene más adeptos

Ripe

Son pequeños pero presentan la misma calidad y sabor de los cigarros de gran tamaño. Surgen como consecuencia del menor tiempo que se dispone hoy en día para fumar.

Las tendencias en el mundo de los puros apuntan a los cigarros pequeños, consistentes y en los que se reúne una amplia gama de matices en cuanto a sabores y aromas. Esta moda viene marcada, sobre todo, por la necesidad de disfrutar de un habano magnífico en un menor espacio de tiempo, dadas las características de la ajetreada vida moderna.

Los de mejor acogida pertenecen a las principales marcas, y su característica principal es que no exceden los 135 mm, con cepos que van del 40 al 50, lo que permite unos volúmenes de absorción importantes a la hora de su degustación. La ventaja es que los maestros ligadores que establecieron la composición de los tabacos de la tripa han logrado obtener las mismas sensaciones que consiguen formatos más grandes.

Para que se pueda apreciar aún más la selección de hojas de las vegas de Vuelta Abajo (Pinar del Río, Cuba), su gramaje se prepara para unos tiempos de fumada que no exceden los 40 minutos. Así, el Partagás Serie D nº 5, guarda 10,35 g de tabaco en sus 110 mm de largo, en tanto que el Cohiba Siglo I, con 5,91 g y la misma altura, es el más pesado. En el Cohiba se notan desde sus inicios los toques de cedro y dulces, con predominio de aromas que dejan paso a ligeras puntas picantes. Su tiempo de fumada es de 20 a 25 minutos, y cuesta unos 10 dólares. El Montecristo Open Regata es una pequeña pirámide en la que destacan notas de pimienta en los comienzos, que se unen a toques amaderados.