“Hay que romper el guión que hace depender el éxito y la felicidad de lo material”

En ‘Tres principios para la reinvención’, la comunicadora social y columnista de LR, Natalia Zuleta, propone tres las claves para lograrlo, aunque para ello hay que hacer un alto en el camino y replantearlo todo.

¿Cómo surge la idea de escribir este libro?

Yo diría que el libro es el producto de un camino espiritual y de descubrimiento que he venido haciendo en los últimos seis años en los que he publicado otros libros sobre sostenibilidad y he hecho un trabajo para entenderme espiritualmente.

Es un libro de una mujer que ha tomado decisiones que han cambiado el curso de mi vida y que me han hecho ser consciente de la necesidad del aprendizaje que tenemos todos para poder cambiar, transformarnos y reinventarnos.

¿Cuáles son las claves o principios para la reinvención?

Los principios que yo planteo en el libro son tres; el primero es la espiritualidad para lo cual hay que hacer un alto en el camino para reconectarse con nuestro interior y aprovechar todo el potencial que tenemos, un mundo como el de hoy con muchas crisis morales y políticas, donde también hay tanta desesperanza y la depresión. El segundo es la creatividad que tenemos los seres humanos de crear cosas nuevas, se encontrar soluciones donde hay crisis, de mirar las cosas con otros ojos y de hacernos preguntas poderosas que hacia el futuro nos permitan imaginar un mundo posible. Y el tercero consiste una mirada sostenible de la realidad, que implica reconocer nuestra evolución y asumir unos hábitos más empáticos, responsables y compasivos.

Pero, ¿cuál es la fórmula?

La verdad es que no hay fórmulas, hay un camino que cada ser humano elige y muchas veces cuando se habla de estos temas se piensa en un credo religioso, pero la espiritualidad es una dimensión del ser humano que puede ser explorada a partir de diferentes recursos, algunos como la meditación, el yoga, la conexión con la naturaleza...

Muchas veces sabemos qué necesitamos para tener un cuerpo sano y para tener una mente intelectualmente capaz, pero muy pocas veces nos sentamos a pensar en lo que podemos hacer para fortalecer nuestro espíritu.

¿Qué tanto la cambió la pandemia?

Algunos aprendimos grandes lecciones. Para mí la pandemia fue la oportunidad de escribir este libro, de aterrizar lo que ya venía viviendo como mujer en todos esos arquetipos para desempeñarnos. Fue la oportunidad de mirarme, revisar mi historia reciente y de canalizar una serie de aprendizajes que terminan aterrizando en una narrativa que es muy de la vida, de los que nos ocurre y no logramos interpretar de una manera adecuada.

Para mí la pandemia fue un escenario de mucha creación, ya que nos dio la oportunidad de quedarnos quietos y para mí en lo personal, generó mucho movimiento.

¿Cómo es posible lograr un equilibrio entre lo emocional y lo laboral?

La sociedad nos ha montado en una narrativa que lleva a hacer depender la felicidad de lo externo. Entonces, sabemos que el guión a seguir y aceptamos presiones sociales que nos plantea lo que debe ser nuestra vida no solo en términos emocionales sino profesionales. En el guión está la carrera, encontrar un trabajo, formar una familia, comprar una casa y pensar en nuestra jubilación. Pero estamos viviendo un despertar y tenemos que ver que no está funcionando.

¿Cuál será próximo libro?

Me ha ocurrido algo interesante con este libro y es que ahora que lo lancé, la vida me dice: aplíquelo. En lo personal, estoy viviendo un momento muy desafiante que me está llevando a aplicar cada una de las cosas del libro y, partir de allí, llego a mi siguiente libro que tiene que ver con lo que representa la energía femenina para la humanidad y acá no hablo de movimiento feminista. Entonces va a ser la continuación de éste.