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Heras Cordón, la bodega que provee el Vaticano

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Expansión - Madrid

No son más de 2.000 botellas al año, apenas unas cuantas cajas de vino para una bodega que cifra sus exportaciones por encima de las 700.000 botellas al año. Pero para la familia Heras Cordón no deja de ser un orgullo que el único Rioja “oficial” que se consume en el Vaticano proceda de sus reservas. Así lo ha sido desde hace 17 años, cuando Juan Pablo II concedió el certificado de proveedor oficial de la Santa Sede; privilegio que refrendó años más tarde Benedicto XVI y recientemente ha vuelto a renovar el actual pontífice, Francisco I.

Fue la periodista madrileña Paloma Gómez Borrero -fallecida el pasado 24 de marzo y muy próxima al papa Juan Pablo II, la responsable de que el Vaticano abriera las puertas, en 2001, a proveedores españoles. “Aunque la selección de nuestro vino para la Santa Sede corresponde a Benigno Polo, presidente de la Academia del Vino de Castilla y León, con quien mi padre, Felipe, coincidió en una visita a Vega Sicilia, en el año 2000”, explica José Luis Heras.

El privilegio de ser el único vino de la Rioja etiquetado con el escudo de los pontífices favorece el prestigio y la expansión internacional de la bodega Heras Cordón, cuya trayectoria se remonta al siglo XIX y que actualmente comercializa en numerosos mercados: Rusia, Japón, entre otros; además de países con raíces católicas como Brasil y Argentina.

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