La historia de la despenalización del alcohol y la venta de cigarrillos en EE.UU.
domingo, 16 de octubre de 2022
Los estadounidenses consumían más de 136 millones de litros de alcohol y el consumo anual se había disparado hasta 3 millones
La despenalización del alcohol nace con el Movimiento por la Templanza a principios de los 90, cuando se empezó a notar y hacer público de parte de las mujeres cuando los hombres llegaban en estado de embriaguez a sus casas y las maltrataban. Algunos hasta llevarlas a la muerte. Debido a esto, en 1920 en Estados Unidos se empezó a prohibir la producción y venta de bebidas alcohólicas.
El contexto de cómo estas sustancias llegaron a ser legales, y salieron del mundo underground para protagonizar hoy el mundo comercial, cobra relevancia ahora que el gobierno de Gustavo Petro ha puesto sobre la mesa la discusión sobre la despenalización de sustancias como la marihuana y la cocaína.
Uno de los grandes promotores de la medida de prohibir el alcohol en Estados Unidos fue el economista Irving Fisher, quien decía que el consumo de estas bebidas alcohólicas era un detrimento para la sociedad y la economía del país. También, afirmaba que los trabajadores tenían un menor rendimiento en sus labores.
“Después de la Primera Guerra Mundial fue un promotor activo de la paz e hizo campaña durante seis meses por todo el país para apoyar la adhesión de Estados Unidos a la Liga de las Naciones Independientes que fue la semilla de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y experimentó una gran decepción cuando Estados Unidos no entró a formar parte de la Liga”.
Se creó así, la era de la prohibición, una década complicada pues era un país con un alto índice de consumo. Daniel Okrent, el primer editor de The New York Times, escribió en uno de sus libros “los estadounidenses consumían más de 136 millones de litros y en 1890, el consumo anual se había disparado hasta 3.200 millones de litros”.
Con la guerra y la Gran Depresión en 1929, el consumo de estas bebidas empezó a incrementar y surgió el mercado ilegal que producía y repartía por diferentes ciudades. De aquí nacieron muchos de los famosos gánster, como Al Capone o Lucky Luciano, que ganaban grandes sumas de dinero mediante el tráfico y la corrupción.
Por estos motivos, el 6 de diciembre de 1933, Franklin D. Roosevelt firmó el Acta Cullen-Harrison permitiendo así la legalización de la venta de licores, específicamente cerveza y vino con un máximo de 3,2% de alcohol. Esta decisión generó una gran acogida por parte de la población, llegando a tener muchedumbres frente a la Casa Blanca.
En Colombia, nunca se ha establecido una prohibición, pero sí decretos que estipulan los establecimientos de consumo o la edad mínima. Como aparece en el decreto 120 de 2010, en el artículo primero:
“El presente decreto tiene como objeto proteger al menor de edad y a la comunidad en general de los efectos nocivos del consumo de bebidas alcohólicas y establecer medidas tendientes a la reducción del daño y la minimización del riesgo de accidentalidad, violencia cotidiana y criminalidad asociada al consumo inmoderado de alcohol”.
Por otra parte, el tabaco se empezó a utilizar alrededor del mundo de manera medicinal, como sucede aún en comunidades indígenas con el conocido rapé, donde se rallan las hojas y se inhalan o se ubican en el interior de la boca.
Pero luego fue convirtiéndose en una práctica usada en Inglaterra y Francia, al colonizar poblaciones, sobre todo de origen Latinoamericano, pues ofrecía una sensación de relajación.
Años más tarde sería utilizado en las guerras para los soldados y así mejorar su estado anímico y que pudieran dormir. Las mujeres también empezaron a consumirlo en cigarrillos y nacieron muchas marcas que aún siguen comercializándose como Marlboro, creado en 1924 por Philip Morris, una marca de cigarrillos para mujeres. En sus inicios, la enseña usó el eslogan "Suave como mayo" y los cigarrillos tenían una banda roja impresa alrededor del filtro para ocultar las manchas de colorete.
Actualmente, el cigarrillo es uno de los primeros causantes en enfermedades como el cáncer de pulmón. En Colombia, la cifra de muertes asciende a 34.000 anuales, aproximadamente, a pesar de los esfuerzos de organizaciones que buscan disminuir el consumo de tabaco, especialmente en jóvenes. Sin embargo, la entidad estadística también reportó en la Encuesta Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas (Encspa), realizada en 2019, que al menos 33,3% de las personas entre los 12 y 65 años aseguraron haber consumido, o probado, el cigarrillo.
Finalmente, con el nuevo gobierno se ha abierto la discusión sobre políticas de drogas, al hablar de drogas también se incluye el alcohol y el cigarrillo, pues modifican el funcionamiento del sistema nervioso. Es por eso, que desde organizaciones de derechos humanos como Elementa DDHH, se expone que “el mensaje de la prohibición como única medida para atender la política de drogas se ha replicado por generaciones dentro de la sociedad”, y como resultado se ha evidenciado que no funciona.