Ocio

Hoy se subasta en Nueva York la Esmeralda Stotesbury

Expansión

Expansión - Madrid

Son 34,4 quilates los que avalan a esta gema, una esmeralda colombiana cortada en forma hexagonal cuyo paradero había permanecido ignoto desde que se le perdiera la pista en 1971. Antes, los investigadores de la casa de subastas han conseguido confeccionar su peculiar recorrido por las manos de tres insignes damas americanas, amantes y coleccionistas de joyas como ya hoy es casi imposible de encontrar, como la señora Stotesbury, de la que actualmente lleva el nombre.

Eva Roberts Cromwell se casó en 1912 en segundas nupcias con el banquero de inversiones de Filadelfia Edward T. Stotesbury, convirtiéndose en una de las parejas más destacada de la alta sociedad americana. La esmeralda que ahora se subasta fue adquirida en forma de collar en Cartier de Nueva York el mismo año en que contrajeron nupcias.

De Cartier salió originalmente esta esmeralda en 1908 engastada en un collar para la rica y excéntrica heredera Evalyn Walsh McLean, cuyo padre, un inmigrante irlandés, hizo fortuna en la industria minera. Propietaria de otras joyas como los diamantes Hope y Estrella del Este, vio como esta esmeralda, la posteriormente nombrada Stotesbury, volvió a manos de la casa joyera francesa tras una amarga batalla judicial en tribunales.

Stotesbury vendería su ya legendaria esmeralda en 1946 al joyero neoyorquino Harry Winston, que decidió transformarla en el anillo que ahora se subasta y fue vendido a May Bonfils Stanton, una dama de alta sociedad de Colorado. Esta joya quedó fuera del ojo público dentro de una colección privada hasta hoy, que se subastará esperando que alcance un precio entre 755.137 (US$820.000) y 1.132.706 euros (US$1,2 millones). 

((Lea: Joyas de herencias de Rockefeller y Estée Lauder llegan a subasta))