Ocio

Huele el cafe

Ronald Schneider

Colombia no es un país vitivinícola, pero cómo nos gusta tomarnos una buena copa de vino. No tenemos la dicha de que nazcan de manera silvestre Olivares en el jardín trasero de nuestras casa, sin embargo, el consumo de aceite de oliva cada día crece más y se ha convertido en parte de nuestra dieta diaria.

El café es nuestro símbolo, el orgullo de Colombia, el grano que nos representa en todas partes del mundo. Curiosamente, ¡lo único que no sabemos consumir!

¿Cómo es posible que un tinto recalentado varias veces al día sea nuestro compañero por las mañanas, tardes y noches, mientras algún japonés en Oriente o un gringo en Nueva York pague a diario una buena cantidad de dinero por tomarse un café colombiano?.

Como extranjero, siempre soñé con llegar a Colombia y encontrarme con cientos de tendidas especializadas en diferentes granos y métodos de preparación del café. Adivinen qué, despué de 6 años viviendo en la hermosa Bogotá, los dedos de una mano me sobran para contar este tipo de lugares.

El buen café en Colombia no se paga. Nos sentimos robados si nos cobran más de $5.000 por una taza, pero estamos dispuestos a pagar mucho más por una copa de algún vino mediocre.

Conozco un par de lugares donde puedes comenzar a apreciar esta bebida de la manera en que se lo merece. Dos pequeñas joyitas dispuestas a pasar hasta 24 horas extrayendo gota a gota de café, para que aprecies todas las características organolépticas de las distintas variedades de granos que venden.

El primero es un lugar pequeño y sencillo. En Kiri Café (calle 95 No. 14 - 07) las pretensiones no existen, lo único que quieren es vender una buena taza. Distintos granos como el Taurina, Pacamara, Tekisic y el Borbon son algunos de los que figuran en su cartelera diaria. La taza está alrededor de los $7.000. Los métodos utilizados van desde el espresso tradicional hasta el moderno sifón.

El segundo lugar es bastante más serio, no solo por su decoración y típico ambiente parisino, si no por su variada carta y métodos de preparación. La Botica Del Café “Devotion” (Carrera 7 No. 72 - 41) está ubicada en la planta baja del Hotel Hilton.

Cuando hablaba de la extracción de 24 horas no es un decir. Literalmente hay un café frio que demora mas de un día en filtrarse por las impactantes bombonas de vidrio que adornan el lugar. El Café Geisha es una de las especialidades de La Botica, sus delicadas notas de Jazmín y frutas cítricas van de la mano con su acidez. Otros granos como el Mokka, que tiene aromas y sabores de chocolate de forma natural, son muy ricos; y uno de mis favoritos, el Toro.