Ocio

Innovadoras maletas que facilitan empacar

Bloomberg


Maleta Duffle de Wool & Oak

La gran idea: un bonito bolso de cuero que se abre en dos partes para empacar fácilmente, parecido a una maleta rígida. Precio: US$295.

Cuando los fundadores de Wool & Oak presentaron su “maleta bolso” en Kickstarter, buscaban un capital semilla de US$75.000 para dar vida a su creación; recaudaron más de US$500.000. En Indiegogo, fue aún más (ya se están enviando las unidades). ¿La diferencia? En vez de tener un solo cierre en la parte superior, este bolso se cierra en tres costados. Dentro tiene bolsillos para laptop y pasaporte, más un ingenioso compartimento diseñado para corbatas. Trae bolsas para zapatos, una correa exterior para diario o paraguas y un kit que se prende como clip y se saca fácilmente para las revisiones de seguridad. Viene en cuatro colores: roble, negro, azul marino u oliva, y con forro con estampado de puntos. Lanzarán las maletas en el primer semestre de 2017.

El pero: como cualquier bolso, no tiene ruedas, así que llevarlo puede ser cansador, en especial si lleva toda su ropa más su laptop (tiene mucha capacidad).


Carry-On de Arlo Skye

La gran idea: forros antimicrobianos, cubos para empacar y mangas para zapatos. Precio: US$550.

Los egresados de Tumi y Louis Vuitton autores de la Arlo Skye no descuidaron nada en su línea de equipaje de debut este año: aluminio antirrayas para el exterior del cuerpo rígido, ruedas japonesas extra silenciosas, cuero florentino para manillas y tapicería interna. Su diseño llevó más de año y medio, según el cofundador Mayur Bhatnagar. Sin embargo, el toque más inteligente en el producto no está en su apariencia ni en su estación para carga incorporada, sino en las herramientas de organización como cubos de envoltorio, una cosmetiquera con manilla y mangas para zapatos de material antimicrobiano, que no se impregna de olores. Así, siempre empacará de forma impecable y la ropa sucia no contaminará al resto.

El pero: si bien todos estos materiales son antirrayas y a prueba de abolladuras, detectamos daño por manipulación (incluida una marca por arrastre en nuestras hermosas manillas de cuero florentino) después de un par de viajes.


Vocier C38 Luggage

La gran idea: la tecnología “cero arrugas” patentada por la compañía, que se traduce en una bolsa de ropa incorporada, característica de varios de sus bolsos; probamos el modelo Premium C38.Precio: US$1.195.

El diseño en cuero flexible y similar a un maletín muestra que es un artículo pensado para caballeros, aunque el forro para trajes patentados es su sello de distinción. Cuando se abre entero, puede verse que el compartimento se extiende hasta la mitad inferior de la maleta, mostrando un espacio perfecto para un traje desdoblado. Trae un colgador que permite mantener los trajes colgados incluso mientras están en la maleta. El resto de la ropa va en un compartimento removible. El compartimento del pasaporte resultó conveniente al mantenerlo oculto cuando no se necesita y de fácil acceso cuando sí.

El pero: tiene un neceser incorporado (en teoría) muy inteligente dentro de un compartimento a prueba de derrames que queda justo arriba, cuando la maleta está vertical. Se abre con un cierre magnético en la manilla principal de la maleta, lo que -en nuestra experiencia- compromete la integridad estructural del producto, ya que siempre se abría al levantar la maleta para dejarla en un compartimento superior o en la maleta de un taxi.


Oregami Carry-On

La gran idea: en vez de empacar en un solo compartimento cavernoso, el cuerpo de la Oregami se compone de dos grandes cubos interconectados.Precio: US$179.

Este artículo no tiene nada de elegante ni lujoso en particular; luce como una bolsa de nylon estándar, pero su singular diseño lo hace ideal para viajes multipropósito. En el interior hay dos bandejas organizadoras grandes que se abren con un cierre y se empacan individualmente. Por ejemplo, para mi próximo viaje a Lima y Machu Picchu, destiné una para la ropa outdoors y la otra, para ropa de ciudad. La idea es no tener que revolver la ropa tratando de decidir qué usar.

El pero: los compartimentos son fáciles de separar, pero volver a juntarlos es agotador y, al final, es lo mismo que empacar en una maleta rígida que se abre en dos.