“La economía circular no es un lujo, pues brinda bienestar a las personas y al planeta”
sábado, 23 de agosto de 2025
Andrea Mejía, chief knowledge officer de Circulatam, dijo que en 2022 se consolidaron como empresa dada la demanda de conocimiento en economía circular
Teniendo en cuenta la necesidad de las empresas y personas por poner en marcha planes enmarcados en la sostenibilidad, la economía circular viene tomando protagonismo en diferentes sectores como la moda. A propósito de este tema, Andrea Mejía, chief knowledge officer de Circulatam, aseguró que este modelo económico permite bienestar para las personas y el ambiente.
¿Cómo nació la idea de Circulatam?
Esto empezó en plena pandemia, en 2021, cuando mi socio Luis Osorio abrió un espacio de conversación alrededor de la economía circular en una aplicación que existía en ese momento llamada Clubhouse.
En ese contexto, Luis empezó a abrir salas en Clubhouse para hablar sobre economía circular. En algún momento coincidimos en dos o tres conversaciones sobre esa temática y él me escribió. Así fue como abrimos una sala enfocada en economía circular y sostenibilidad en la moda.
Más adelante, vimos la oportunidad de ir más allá y migrar a otros espacios, al notar la gran demanda, no solo de conocimiento, sino también de acompañamiento, para ayudar a las empresas en su transición hacia la circularidad. Fue entonces cuando, en 2022, nos consolidamos como empresa.
¿Considera que es un lujo trabajar con enfoque en economía circular?
Entiendo que muchas veces se perciba la economía circular como un tema de lujo, debido al precio que tienen los productos. Y claro, una prenda pensada desde la circularidad, responsable en toda su cadena y con criterios de trazabilidad, suele tener un precio más alto. Si se asocia el precio con lujo, podría entenderse así. Sin embargo, hay que comprender que no se trata de lujo, sino de bienestar.
La economía circular no es un lujo; es una manera de brindarnos bienestar a las personas y al planeta. Significa cuidar nuestros recursos naturales, proteger las fuentes hídricas, disminuir la polución y reducir la presión sobre la minería y la extracción de materiales. Todo eso se traduce en un bienestar tangible, no solo financiero para las empresas, sino también en lo que el producto aporta a la vida de las personas.
¿Cómo entiende la economía circular aplicada en el mundo de la moda?
Yo creo que es importante entender que la economía circular, sin importar el sector del que hablemos, siempre empieza por el diseño. ¿Por qué el diseño? Porque en el momento en que se comienza a crear un producto, ya sea un computador, una camiseta o una chaqueta, se está decidiendo qué materiales se van a emplear, de dónde provienen, cuál es su composición, cómo se fabrican, cuál será la cadena de suministro y cuál es el impacto ambiental y social de esos materiales y del propio producto.
¿Qué clientes tienen en este momento?
Tenemos varios clientes importantes. Uno de los más grandes es Comfama, con quienes venimos trabajando en diferentes áreas. El año pasado iniciamos con ellos un proyecto muy grande en El Santuario, un municipio ubicado a una hora de Medellín, especializado en la confección de prendas de vestir. Allí se enfrentan a un problema serio, su relleno sanitario se está llenando rápidamente por los residuos textiles.
Otro de nuestros proyectos llamado, Simbiosis empresarial de Cornare y la Corporación de Empresarios del Oriente Antioqueño, que en el primer ciclo de este programa se desarrolló en 2023 con seis empresas participantes, entre ellas Pintuco, Clínica Sommer, Nacional de Chocolates y Mane. Actualmente, estamos en el segundo ciclo con 10 empresas, entre las cuales están Smurfit, Eurocerámica, Griffith Foods e Tintatex .