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La maratón: antes del kilómetro cero

Alexander Obando

Una maratón es un gran acontecimiento para cualquier atleta ya que es la máxima prueba del atletismo mundial; es la prueba que da el cierre a las olimpiadas. La preparación para tal evento es extenuante y posiblemente traiga consigo lesiones.

El plan de entrenamiento es muy riguroso y, por ser una competencia de tanto cuidado, siempre cabe preguntarse cómo debe ser la última semana, ya que muchos han derrumbado sus ilusiones en los últimos días. 42 kilómetros es una distancia que no se puede subestimar. Por eso hay que planear bien ciertos aspectos 'secundarios': Algunos buscan programar sus maratones en época de vacaciones para no tener compromisos laborales y aprovechar también para hacer algo de turismo, (si el lugar del evento lo permite) pero eso hay que dejarlo para después de la competencia: Realizar compras, visitas a familiares y amigos, o visitar museos, la playa, etc. Si bien el entrenamiento de la última semana no va a cambiar las cosas y ya no será posible mejorar algún aspecto que se haya descuidado, sí es importante descansar y dormir apropiadamente, alimentarse de forma saludable e hidratarse constantemente. Las jornadas de entrenamiento serán de un máximo de 40 minutos durante dos o tres días en esta semana. También es conveniente realizar un control de 10 kilómetros a un paso fuerte para calcular un posible promedio de tiempo (siempre y cuando los meses anteriores se haya cumplido con los entrenamientos).

Recorrer distancias largas y por varias horas puede volvernos un poco lentos, por eso durante estas jornadas previas a la maratón es ideal hacer repeticiones cortas y fuertes. Estas repeticiones nos ayudan a ser un poco más veloces especialmente en el momento de la salida; el momento en el que más ansiedad se genera. El corazón está con pulsaciones muy elevadas y un poco más de velocidad puede ser clave ya que todos los competidores salen mas rápido del ritmo de carrera que utilizarán, pues es necesario acomodarse en el grupo y luego sí, regularse hasta encontrar el ritmo apropiado.