Moda

La moda y la política convergen en atuendos seleccionados por las primeras damas

Un punto en común es la elección de diseñadores de sus países como una forma de impulsar lo local y los looks monocromáticos

Sofía Solórzano Cárdenas

La moda, más allá de su impacto económico, ha servido durante décadas como un altavoz de ideas, expresiones culturales e incluso de mensajes políticos, con lo que no es raro que las primeras damas sean cuidadosas al elegir sus atuendos.

“Los políticos captaron que por medio de la vestimenta se logra interpretar un mensaje, por lo que las primeras damas optan por atuendos con ciertos colores, texturas, estampados y cortes de prendas específicos de acuerdo al lugar, receptor y mensaje que van a transmitir”, explica Loren Meschoulam, asesora de imagen internacional y personal shopper.

Al revisar algunas de las elecciones emblemáticas de estas mujeres, un elemento en común han sido los diseñadores locales y los looks monocromáticos. Lo que, según dice Meschoulam, podría entenderse como un esfuerzo por “generar confianza, credibilidad y cercanía. Ser aspiracional sin dejar de inspiracional”.

En el caso de María Juliana Ruiz, primera dama de Colombia, por ejemplo, para la ceremonia de posesión del presidente Iván Duque en 2018, usó un vestido Silvia Tcherassi en tonos crema, y cuando visitó la casa blanca, usó una chaqueta en un menta pastel de los diseñadores colombianos Francisco Leal y Karen Daccarett.

LOS CONTRASTES

  • Loren MeschoulamAsesora de imagen y personal shopper

    “Siempre la vestimenta y el arreglo personal se han utilizado para expresar ideas políticas y sociales. Por eso las primeras damas optan por atuendos específicos de acuerdo al mensaje”.

“Es un gran logro ser el diseñador escogido para vestir a la primera dama. No siempre vemos acierto estéticos, pero sí le da un reconocimiento mediático al diseñador. Además, la primera dama, al estar en una posición de visibilidad puede convertirse en embajadora del diseño local y darle mayor reconocimiento a las marcas”, señala María Juliana Marín, abogada experta en fashion law.

La elección de colores también ha sido un tema importante, pues hay que recordar el concepto de psicología del color y qué puede transmitir cada uno: ya sea esperanza, calma e independencia o incluso movimientos específicos como el feminismo que se ha hilado al morado.

Una de las expertas en llevar la bandera colombiana y enviar un mensaje específico fue María Clemencia ‘Tutina’ Rodríguez de Santos. Entre sus ‘outfits’ recordados se encuentran el Johana Ortíz que usó para la portada de Vogue, con la que se convirtió en la primera esposa de un presidente en encabezar la publicación latinoamericana, así como el vestido Esteban Cortázar con el que asistió a la entrega del Premio Nobel de paz de su esposo, Juan Manuel Santos, en 2016.

“Llevaba prendas de diseñadores colombianos, con un estilo sofisticado, natural y relajado en algunos momentos, pero con elementos importantes que enviaban un mensaje. Se hizo inolvidable su traje de Esteban Cortázar, luciendo el blanco como color de la paz y con un diseño en la espalda que era el símbolo de la paz. Se unen elementos clave a la hora de trascender el elemento utilitario del vestuario y convertirlo en una herramienta poderosa de comunicación”, dice Beatriz Arango, periodista experta en moda.

Otros casos se han visto en la región con la primera dama de Chile, Irina Karamanos, quien durante la ceremonia de posesión uso un sastre de casimir verde esmeralda, de la diseñadora chilena Wendy Pozo, quien es conocida por sus diseños sostenibles y sin género. El mensaje clave para el atuendo según dijo Pozo era la sencillez y la amabilidad.

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