Gastronomía

La Sala de Laura salta del bar de la noche a un nuevo menú abierto para el medio día

La Sala de Laura

El lugar que nació como un espacio para educar sobre los ecosistemas, fermentos, o el licor artesanal, se abre a un menú a la carta

Joaquín Mauricio López Bejarano

En medio del Empire State Building en Nueva York, y la oficina central de BlackRock, la mayor gestora de activos del mundo, está la vida diurna y nocturna de Wall Street. Pero incluso el bar del Gabriel Kreuther Restaurant, con dos estrellas Michelin hace unos años entendió que un coctel, un vino o un menú diferente a su degustación cae bien entre las 12:00 p.m. y 3:00 p.m.; algo que no se podía reservar solo para la noche. Ahora, en Bogotá, un clásico escenario de la alta cocina también lo aplicó.

La Sala de Laura, un protagonista por Colombia en The World’s 50 best Bars, no quiere dejar de ser eso: un bar. Sino que así como pasa en Nueva York o en los distritos financieros del mundo, ellos también pueden recibir a interesados de buenos sabores al almuerzo, a esos mismos que están cerca a la BVC y los bancos en la Calle 72.

Laura Hernández Espinosa, así como su madre, Leonor Espinosa, tiene un menú que es un recorrido por la tradición y ancestralidad colombiana, por eso, más de 80% de su menú es totalmente local. Al mismo tiempo, las aves que representan la coctelería de La Sala de Laura, ese “avistamiento” que curiosamente se veía en la noche, ahora las personas lo pueden entender al medio día.

El lugar que nació como un espacio para educar sobre los ecosistemas, fermentos, o el licor artesanal, se abre a un menú a la carta. Claro, mientras en la noche las personas tienen todo el recorrido de un ‘degus’ en Leo, en La Sala de Laura al medio día hay una libertad para elegir. Después de todo, el almuerzo tiene el tiempo contado y hay que volver a la oficina o una reunión de la tarde.

Tucán, coctelería para entender los páramos En una copa alta está Tucán, una muestradel territorio de montaña (representadopor el destilado de gulupa). Luego llega con Tanqueray 10, cordial de macambo, macadamia y ajonjolí, algo de lillet blanc y mamoncillo.

Así que, en la parte alta de Chapinero, desde las 12:00 p.m., puede empezar por un taco de arepita de arroz, pollo en salsa tare, emulsión de limón, seguir con un lomo de carnero o un arroz meloso de pato criollo, maíz cariaco. Así se logra que el almuerzo tenga la experiencia en cocina de Leonor, pero opciones de las recetas que llevaron a Laura al reconocimiento internacional con la parte de bar. Como dice ella, para “celebrar los ingredientes poco conocidos” pero al medio día.

Las primeras opciones para empezar el almuerzo tienen un pincho de cordero y salsa especiada de coco.

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