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La venta del Chelsea Football está a la espera de conseguir la aprobación de Londres

Todd Boehly, founder and chief executive officer of Eldridge Industries LLC, attends a panel discussion during the Milken Institute Global Conference in Beverly Hills, California, U.S., on Monday, Oct. 18, 2021. The event brings together individuals with the capital, power, and influence to change the world and connects them with those whose expertise and creativity are reinventing health, finance, technology, philanthropy, industry, and media. Photographer: Kyle Grillot/Bloomberg

Los funcionarios británicos cercanos a las negociaciones explicaron que Abramovich no había superado las 'líneas rojas' del Ejecutivo en relación a la venta y que esperaban la autorización de Londres

Expansión - Madrid

El lunes por la noche se esperaba que el Ejecutivo británico diera el visto bueno a la venta de 4.250 millones de libras del Chelsea Football Club por parte de Roman Abramovich a un consorcio encabezado por el financiero estadounidense Todd Boehly, tras semanas de tensas negociaciones para garantizar que el oligarca no obtenga beneficios de la venta.

En Downing Street se explicó que el acuerdo aún tenía "muchos obstáculos que superar" y que aún no se había recibido autorización de la Comisión Europea ni del gobierno de Portugal: Abramovich es ciudadano de la UE gracias a su pasaporte portugués.

Los funcionarios británicos cercanos a las negociaciones explicaron que Abramovich no había superado las 'líneas rojas' del Ejecutivo en relación a la venta y que esperaban la autorización de Londres, pero que la falta de aprobación por parte de Bruselas y Lisboa significaba que el acuerdo y el futuro del club 'seguían pendientes'.

El principal problema en Londres fue la insistencia de los ministros británicos en que ni Abramovich, un oligarca ruso sancionado, ni las personas relacionadas con él obtuvieran beneficios de la venta.

Los asesores de Abramovich y el Gobierno han estado semanas negociando cómo proceder con los ingresos y la deuda de 1.500 millones de libras que tiene el Chelsea con un vehículo en el extranjero relacionado con el oligarca.El acuerdo, si finalmente se aprueba, supondría el fin de la etapa de dos décadas de Abramovich financiando un club que él transformó en campeón del mundo. En esta etapa, el club londinense ha ganado cinco títulos de la Premier League y dos trofeos de la Champions.

Una fuente cercana aseguró que ahora mismo las negociaciones entre el Chelsea, Abramovich, la Comisión Europea y Portugal avanzaban 'a un ritmo frenético' para cerrar el acuerdo.

Una fuente de Whitehall reconoció que "todo el mundo quiere cerrar el acuerdo, pero no es sencillo, dado el complejo entramado de las estructuras de propiedad del Chelsea. "Estamos trabajando para que nuestros socios internacionales tengan sus propias propias garantías sobre este acuerdo", añadió.Los responsables británicos afirman que los plazos son ajustados y que el futuro del Chelsea estará en peligro si no se cumplen los plazos administrativos para que el club participe en la Premier League y la Liga de Campeones la próxima temporada.

Boehly, que posee participaciones en el equipo de baloncesto Los Ángeles Lakers y en el equipo de béisbol Los Dodgers de Los Ángeles, lidera una adquisición respaldada por la empresa de inversiones con sede en California Clearlake Capital, el multimillonario suizo Hansjörg Wyss y el CEO de Guggenheim Partners, Mark Walter. El grupo aún necesita la aprobación final de la Premier League.

Una vez completada la venta, los inversores estadounidenses controlarían cuatro de los llamados Seis Grandes clubes de la Liga, la competición nacional más rica de Europa. El Arsenal es propiedad de Stan Kroenke, la familia Glazer controla el Manchester United y el Fenway Sports Group de John Henry es el propietario del Liverpool.Abramovich puso en venta el Chelsea pocos días después de la invasión rusa de Ucrania, el 24 de febrero. Posteriormente participó en las fallidas conversaciones de paz entre ambas partes.

El gobierno británico impuso sanciones al oligarca el pasado 10 de marzo.

Aunque técnicamente tiene sus activos congelados como resultado de las sanciones, el Chelsea pudo cumplir sus compromisos de partidos y seguir operando gracias a una licencia especial del gobierno británico que expira el 31 de mayo.

La subasta del club ha captado el interés de multimillonarios, inversores institucionales y deportistas como el piloto Lewis Hamilton y la tenista Serena Williams, que respaldaron a un grupo liderado por los magnates del capital riesgo Josh Harris y David Blitzer, accionistas del Crystal Palace, equipo rival de la Premier League.

Al final, Boehly se impuso con una oferta para adquirir el Chelsea por 2.500 millones de libras. También se comprometió a invertir otros 1.750 millones de libras en el estadio, las instalaciones y la plantilla del club en los próximos años. Su grupo ha aceptado unas duras restricciones en cuanto a dividendos, honorarios de gestión y deuda, diseñados para salvaguardar el futuro del club.

El banco estadounidense Raine Group ha sido el encargado de gestionar la subasta en nombre de Abramovich. Por su parte, el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs y la consultora boutique Robey Warshaw fueron los encargados de asesorar a Boehly

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