Las esculturas, un mercado que volvió a tomar forma y fuerza en los últimos años
jueves, 10 de enero de 2019
Tradicionalmente, no hubo costumbre de coleccionar este tipo de trabajos. Pero los tiempos cambiaron, con autores que se recotizaron
Cronista - Buenos Aires
En los últimos años, la cantidad de esculturas que se venden aumentó en forma enorme. Tradicionalmente -al menos, en nuestro país-, no había costumbre de coleccionar obras tridimensionales. Pero los tiempos cambiaron y los trabajos de Lucio Fontana, Pablo Curatella Manes, Líbero Badíi, Enio Iommi, Rogelio Yrurtia, Alberto Lagos, Julio Le Parc y Fioravanti son disputadas por inteligentes coleccionistas.
En el mercado internacional, es Alberto Giacometti (1901-1966) el más demandado y tres de sus bronces se vendieron en más de US$100 millones. Su cotización subió un 256% en 20 años y, el año pasado, cinco de sus bronces se vendieron en más de US$10 millones.
Pocas son las obras que aparecen a la venta de Constantin Brancusi (1876-1957), el genial rumano que revolucionó la escultura y su cotización es un 763% mayor en 20 años. Su obra "La musa dormida" se vendió dos veces. La primera, en US$6,6 millones y, en la segunda ocasión, en US$57 millones. El estadounidense Je Koons (63) es el más cotizado de los escultores contemporáneos. Su famoso "Perro Globo" alcanzó US$58,5 millones y, el año pasado, una obra que representa una montaña de plastilina, realizada en aluminio, se vendió en US$23 millones.
En los últimos años, menos obras suyas aparecen en el mercado y tiene cinco compradores históricos, que van pagando en cuotas durante seis años sus nuevos trabajos, que ya están vendidas antes de ser terminados. Últimamente, se ha demorado y otros compradores, que ya adelantaron millones, le reclaman hasta judicialmente las obras.
Diez de sus trabajos se vendieron en más de US$20 millones. Henri Matisse realizó, también, obras que aparecen poco en el mercado, unas siete por año, en promedio. Sus precios sólo aumentaron un 34% en 20 años y parecería que es una mala inversión, salvo el vivir y disfrutar la obra todos los días. Alexander Calder (1898-1976) es gran figura en los últimos años.
Su cotización aumentó un 424% y son 60 las obras que se venden al año. El más prolífico de todos fue, sin duda, Auguste Rodin (1840-1917). Aparecen 100 bronces en venta de subastas todos los años. Su cotización tampoco aumentó mucho: un 64% en 20 años.
Durante 2018, fueron estos autores los que se vendieron en mayores precios. "La joven sofisticada", de Brancusi, un bronce pulido por el autor en dorado, de 70 centímetros de alto y que es pieza única, alcanzó los US$71 millones. La obra había sido comprada al autor por un estadounidense, como regalo a su esposa, en US$5.000 en 1955 (equivalen a uUS$46.000de hoy).
Y es, quizás, uno de los mayores retornos de la historia, ya que... ¡se vendió 1.543 veces más en moneda constante! El "Play-doh" de Koons nunca había salido a la venta y logró resucitar su mercado, al venderse en US$23 millones. Un bellísimo y pequeño desnudo de Matisse superó todas las expectativas, al venderse en US$21 millones. Una versión de "El Beso" de Rodin, de 86 centímetros, se vendió en US$16,6 millones y las demás grandes ventas fueron de Giacometti. Aunque, en los museos, no les permitan tocar las esculturas, cuando vayan a una galería o si las tienen en su casa, tengan el placer del tacto.
Ello y franelearlas es un placer adicional que nos da la escultura, lo mismo que moverlas y tener visiones diferentes de las mismas. El bronce es lo preferido para ellas porque permite ser colocado en el exterior y no hay peligro de daños, como sí lo hay en cerámicas y terracotas, como las maravillosas de Lucio Fontana. Celebro que el Banco Galicia haya adquirido una enorme, que fue colocada en el hall de su edificio central y la misma es del mendocino genial que es Julio Le Parc (90)