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Las esculturas, un mercado que volvió a tomar forma y fuerza en los últimos años

Tradicionalmente, no hubo costumbre de coleccionar este tipo de trabajos. Pero los tiempos cambiaron, con autores que se recotizaron

Cronista - Buenos Aires

En los últimos años, la cantidad de esculturas que se venden aumentó en forma enorme. Tradicionalmente -al menos, en nuestro país-, no había costumbre de coleccionar obras tridimensionales. Pero los tiempos cambiaron y los trabajos de Lucio Fontana, Pablo Curatella Manes, Líbero Badíi, Enio Iommi, Rogelio Yrurtia, Alberto Lagos, Julio Le Parc y Fioravanti son disputadas por inteligentes coleccionistas.

En el mercado internacional, es Alberto Giacometti (1901-1966) el más demandado y tres de sus bronces se vendieron en más de US$100 millones. Su cotización subió un 256% en 20 años y, el año pasado, cinco de sus bronces se vendieron en más de US$10 millones.

Pocas son las obras que aparecen a la venta de Constantin Brancusi (1876-1957), el genial rumano que revolucionó la escultura y su cotización es un 763% mayor en 20 años. Su obra "La musa dormida" se vendió dos veces. La primera, en US$6,6 millones y, en la segunda ocasión, en US$57 millones. El estadounidense Je Koons (63) es el más cotizado de los escultores contemporáneos. Su famoso "Perro Globo" alcanzó US$58,5 millones y, el año pasado, una obra que representa una montaña de plastilina, realizada en aluminio, se vendió en US$23 millones.

En los últimos años, menos obras suyas aparecen en el mercado y tiene cinco compradores históricos, que van pagando en cuotas durante seis años sus nuevos trabajos, que ya están vendidas antes de ser terminados. Últimamente, se ha demorado y otros compradores, que ya adelantaron millones, le reclaman hasta judicialmente las obras.

Diez de sus trabajos se vendieron en más de US$20 millones. Henri Matisse realizó, también, obras que aparecen poco en el mercado, unas siete por año, en promedio. Sus precios sólo aumentaron un 34% en 20 años y parecería que es una mala inversión, salvo el vivir y disfrutar la obra todos los días. Alexander Calder (1898-1976) es gran figura en los últimos años.

Su cotización aumentó un 424% y son 60 las obras que se venden al año. El más prolífico de todos fue, sin duda, Auguste Rodin (1840-1917). Aparecen 100 bronces en venta de subastas todos los años. Su cotización tampoco aumentó mucho: un 64% en 20 años.

Durante 2018, fueron estos autores los que se vendieron en mayores precios. "La joven sofisticada", de Brancusi, un bronce pulido por el autor en dorado, de 70 centímetros de alto y que es pieza única, alcanzó los US$71 millones. La obra había sido comprada al autor por un estadounidense, como regalo a su esposa, en US$5.000 en 1955 (equivalen a uUS$46.000de hoy).

Y es, quizás, uno de los mayores retornos de la historia, ya que... ¡se vendió 1.543 veces más en moneda constante! El "Play-doh" de Koons nunca había salido a la venta y logró resucitar su mercado, al venderse en US$23 millones. Un bellísimo y pequeño desnudo de Matisse superó todas las expectativas, al venderse en US$21 millones. Una versión de "El Beso" de Rodin, de 86 centímetros, se vendió en US$16,6 millones y las demás grandes ventas fueron de Giacometti. Aunque, en los museos, no les permitan tocar las esculturas, cuando vayan a una galería o si las tienen en su casa, tengan el placer del tacto.

Ello y franelearlas es un placer adicional que nos da la escultura, lo mismo que moverlas y tener visiones diferentes de las mismas. El bronce es lo preferido para ellas porque permite ser colocado en el exterior y no hay peligro de daños, como sí lo hay en cerámicas y terracotas, como las maravillosas de Lucio Fontana. Celebro que el Banco Galicia haya adquirido una enorme, que fue colocada en el hall de su edificio central y la misma es del mendocino genial que es Julio Le Parc (90)

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