Moda

Las marcas nacionales le compiten y le ganan terreno a la tendencia de fast fashion

Los colombianos gastan cuatro veces más en moda de lo que gastan en dispositivos electrónicos y 3% del gasto general de los hogares del país tiene que ver con moda

Cristina Estrada Rudas

La moda es sin duda una de las industrias que más polémica, amores y odios genera entre la gente. Con el consumo de tendencias, el surgimiento de nuevos diseñadores y los grandes grupos textiles “democratizando la moda”, comprar lo último en moda ya no es privilegio de pocos. De esta forma y con el boom de consumo se instaló en todo el mundo el concepto fast fashion.

El fast fashion entonces es una tendencia que se encarga de crear el deseo de consumo de los nuevos productos de marca, mediante la promoción de la moda como algo rápido, poco costoso y asequible. El modelo español de producción y distribución, empleado por grupos como Inditex es un claro ejemplo de lo que esto significa y del poder que ha ganado en el mundo.

Otros representantes también serían Mango -también española- o Forever 21, H&M o el gigante Shein que ofrece más de 6.000 prendas diarias en su página.

Juan Fernando Loaiza Obando, especialista Senior en Investigación económica y consultor en estrategia y modelo de negocio de Inexmoda, explicó que el fast fashion basa su modelo de negocio en reducir los tiempos de producción y transportación para que llegue al consumidor de forma rápida y a precios muy bajos, renovando sus prendas y tendencias cada tanto, a una velocidad que muchas veces supera las establecidas por las grandes marcas de lujo.

Obando también dijo que, en cuanto a el panorama local, el país no es ajeno a esta nueva tendencia, pues si se revisan las marcas líderes del mercado colombiano cerca de 90 representan aproximadamente 63% del mercado del país y prácticamente todas ya han abandonado los modelos de dos colecciones al año y han adoptado modelos de reposición por demanda mensual o en algunos casos incluso semanal.

“Esto quiere decir que en general casi todas las marcas se han vuelto mucho más dinámicas y han hecho que se vuelvan mucho más rápidas, sus cadenas de suministros sus modelos de producción y por supuesto tienen producto”, aseguró.

Y es que según datos de Inexmoda, los colombianos pasan casi 23 de las 24 horas del día utilizando moda y esto hace que 3% del gasto de los hogares colombianos tenga que ver con moda, gastando en este sector casi lo mismo que gastan en educación y cuatro veces más de lo que gastan en dispositivos electrónicos.

Es claro, entonces que el concepto de fast fashion presenta dos caras de la moneda, por un lado está el tema de la contaminación ambiental o la explotación laboral que ha generado preocupación entre los consumidores, y por otro el dinamismo a el que ha llevado el sector durante los últimos años.

Prueba de ellos son los más de 1,8 millones de empleos que genera la moda en el Colombia y que el gasto en moda durante los primeros ocho meses del año ya alcanzó los $19,5 billones es decir 9% más que el mismo periodo de 2021.

Las marcas nacionales han entendido tan bien este concepto que actualmente Colombia es uno de los países de Latinoamérica que más compite con estos grandes grupos internacionales y el top cinco de las marcas que más participación de moda tienen Colombia lo ocupan marcas nacionales como Leonisa; Koaj; Carmel; Pat Primo; y Studio F, desplazando a gigantes como Zara y H&M al puesto 11 y 14 respectivamente.

Para la diseñadora Goretty Medina, el fast fashion no representa una competencia para las marcas de diseño colombiana, pues con el boom llegó la concientización y así mismo la tendencia por consumir moda sostenible lo que hace que este mercado también crezca. Además, la diseñadora también explicó que no todo el mundo tiene el poder adquisitivo para comprar prendas costosas y estas grandes marcas le dan la posibilidad de estar en tendencia por un bajo costo.

Finalmente, se debe entender que, así como crece el tamaño del mercado, aumentan las cantidades y sin duda alguna crece un sector que está en camino de incorporar conceptos más sostenibles, pero también más asequible para todo el público. Un sector que abarca y que permite integrar el concepto de moda como herramienta de expresión y comunicación no verbal que se ha vuelto tan importante hoy en día.

La moda sostenible y la tendencia creciente de slow fashion

Slow fashion también es un concepto que ha tomado fuerza y bajo el que muchas marcas colombianas comienzan a aparecer con modelos de negocio enfocados en la calidad de sus prendas, en la atemporalidad de sus diseños y en las prácticas mucho más conscientes a nivel laboral con sus colaboradores y con el objetivo también de concientizar a sus consumidores de la moda y de lo importante que es comprar prendas que quizá tengan un mayor precio, pero que también una mayor calidad, vida útil propósito social.

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