Las tarjetas en el fútbol movieron $302,3 millones en la Liga Postobón de 2013
viernes, 11 de abril de 2014
Angela María de La Rosa
En el fútbol, las sanciones van más allá del disgusto de los hinchas cuando un arbitro le saca a un jugador una tarjeta amarilla o roja, de hecho, son catalogadas por muchos como un negocio lucrativo. Solo en la Liga Postobón de 2013, los clubes tuvieron que pagar una suma de $301,4 millones por este concepto.
Y es que lo que pocos espectadores y aficionados saben es que por cada falta que se comete en la cancha, el jugador o el club asumen una multa. Según las estadísticas oficiales, las tarjetas amarillas tienen un valor promedio de $123.200 y las rojas de $255.450, precios que pueden variar según la gravedad del hecho.
Basado en dichas métricas, el club que tuvo que dar más dinero en 2013 fue Independiente Santa Fe, al que se le impusieron 157 amarillas y 18 rojas, por lo que su saldo fue de $23,1 millones en total. En segundo lugar están las Itagüí FC, que pagaron $17,8 millones por las 145 tarjetas amarillas que le pusieron a sus jugadores y cerca de $4,08 millones por las 16 rojas.
Atletico Nacional, con 145 tarjetas, 137 amarillas y 8 rojas, es el tercer equipo de los 18 que componen la Liga Postobón que más tarjetas se llevó, razón por la que pagó una suma cercana a los $18,8 millones.
¿Cómo funciona el modelo?
La tarjeta roja significa una amonestación grave que solo se muestra una vez porque genera una expulsión del juego.
Por su parte, la tarjeta amarilla es una sanción más leve y el jugador puede ser amonestado dos veces durante el partido, pero en la segunda ocasión se sancionará con la tarjeta roja y será expulsado.
Entre los motivos para recibir una cartulina amarilla están: ser culpable de una conducta antideportiva, infringir reiteradamente las reglas del juego, salir o entrar a la cancha sin permiso del árbitro, retrasar la reanudación del juego, no respetar la distancia reglamentaria para los distintos tiros, quitarse la camiseta para celebrar un gol y atacar un oponente por detrás, entre otras.
Cuando un jugador es sancionado con tarjeta roja, generalmente es porque tuvo una conducta violenta o juego brusco, porque escupió a otra persona, usó la mano intencionalmente para impedir un gol, empleó palabras o gestos groseros u obscenos y recibió una segunda amonestación en el mismo partido.
El dinero recogido por estas amonestaciones va dirigido a la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), que también determina el monto a pagar de acuerdo a la violación de la norma.
Alejandro Pino, periodista deportivo, afirmó que el dinero de las diferentes sanciones en este deporte termina destinado a gastos operativos de la Dimayor.
“Estos gastos operativos van dirigidos para los árbitros, para pagar viáticos, entre otras necesidades administrativas. Las multas generalmente las asumen los jugadores, lo paga el club pero después se le descuenta del salario”, explica.
Bajo este esquema a la Dimayor le entraron el año pasado, solo por concepto de tarjetas amarillas (2.112), un total aproximado de $260,1 millones, mientras por las rojas (165) tuvo ingresos cercanos a los $42,1 millones, según cifras reportadas por el portal oficial de la Liga Postobón.
De acuerdo con el secretario de la Asociación Colombiana de Fútbol, Luis Alberto García, “el futbolista también es un trabajador, no puede haber un descuento de nómina no permitido por la Ley. Aunque hay algunos clubes que se hacen cargo de estas multas, se han generado muchos problemas porque en ocasiones les toca responder a los jugadores”.
Además, el directivo agregó que, “cuando un futbolista acumula cinco tarjetas amarillas inmediatamente queda suspendido por una fecha, es decir, un partido. Y si son tres tarjetas amarillas consecutivas también es suspendido por el mismo tiempo”.
De este modo, todo jugador, ya sea titular, sustituto o sustituido, esté o no en el terreno, se encuentra bajo la autoridad del árbitro y puede ser sancionado por una infracción cometida durante el tiempo del partido.
Los menos sancionados
En el tema de las tarjetas amarillas, entre los clubes que menor número de cartulinas de este tipo han acumulado están: Patriotas Boyacá (85), Deportes Quindío (86) y Boyacá Chicó FC (105), por lo que han tenido que pagar multas cercanas a los $10,4 millones, $10,5 millones y $12,9 millones, respectivamente.
Entre tanto, si se hace referencia a los equipos que obtuvieron menor número de tarjetas rojas durante el año pasado, el listado está en el siguiente orden: Patriotas Boyacá (6), Club deportivo La Equidad (6) y Deportivo Cali (6). En este rubro la Dimayor recibió por parte de cada club, alrededor de $1,5 millones. Si sumamos el total de las multas de los tres equipos, fueron $4,5 millones.
Árbitros que hacen historia en el mundo
En 10 mundiales de fútbol Colombia ha contado con una representación desde el lado los jueces. El primero de ellos que asistió a estos campeonatos fue el barranquillero, José Asundheim,quien fue a dos juegos mundialistas.
Omar Delgado, actuó como primer árbitro colombiano en un partido mundialista. El antioqueño dirigió el encuentro entre Yugoslavia (9) y Zaire (0), partido correspondiente a la fecha 11 del Mundial de Chile 1962, donde también se encontraban Brasil y Escocia.
Delgado, mostró una tarjeta amarilla y expulsó a un jugador en el primer tiempo del partido. Enver Hadziabdic y Ndaye Mulamba fueron los dos jugadores sancionados.
Adicional a esto, Gilberto Aristizábal, además de dirigir 599 juegos en toda su carrera, fue el árbitro central del juego entre Inglaterra y Kuwait, último partido del Grupo 4 en España 1982. En este encuentro, Aristizábal amonestó a dos jugadores en los primeros 45 minutos: Paul Mariner (Inglaterra) y Naim Fajah (Kuwait).
En total, han pitado 11 árbitros colombianos en más de 20 partidos.
Las opiniones
Luis García
Secretario de la asociación colombiana de fútbol
“Es ilegal, laboralmente hablando, que al futbolista le descuenten una sanción. La mayoría de las veces el jugador se hace cargo, por lo que se han presentado problemas”.
Alejandro Pino
Periodista deportivo
“La plata de las tarjetas amarillas, rojas y todoslos boletines de penas y sanciones termina destinada a gastos operativos dela Dimayor”.