Cultura

Lecciones de la Feria internacional del Libro para que los niños y jóvenes lean más

La literatura ha evolucionado con la tecnología, y esta se ha convertido en una nueva herramienta que, dicen los expertos, con el ejemplo, puede incentivar la lectura

Valentina Sánchez Gutiérrez Sofía Solórzano Cárdenas

Si visitó la Feria del Libro este año se habrá dado cuenta que los pabellones estaban llenos de colegios y claro, de niños. Sin embargo, una preocupación recurrente en los acudientes y padres de familia es cómo hacer que los más pequeños se interesen por los libros y, eventualmente, se conviertan en buenos lectores.

Paola Cárdenas, directora de programación infantil y juvenil de la FilBo, dice que “hay un mito frente a los hábitos de lectura”.

Para la experta los niños y jóvenes sí están leyendo, pero no en los formatos que los adultos más conocen.

“No hay que satanizar las pantallas, ellos están leyendo en los celulares, con las nuevas tecnologías. Por ejemplo, se lee, se escribe en WhatsApp, en otras redes sociales, están consumiendo contenido, cosa que antes no se hacía”.

Entre sus consejos para que los niños lean se encuentra, sobre todo, escucharlos. “Nuestra apuesta es oír sus voces, qué piensan, qué sienten, qué buscan en las bibliotecas y espacios como la FilBo, qué les dicen sus profesores de literatura, y fijarnos en cómo está la oferta de libros que les estamos ofreciendo y brindarles una experiencia diferente que puedan leer, tocar, oler, y sentir los libros”, añade la directora.

Además, para Cárdenas si los niños ven leer a los más grandes van a querer seguir ese ejemplo. “Los adultos debemos entender que las pantallas no se pelean con sus libros y orientarlos hacia hábitos saludables de lectura”.

Otro de los ‘tips’ es asistir a espacios como la Feria del Libro, en la que los niños se pueden acercar a los títulos desde la curiosidad y explorar varias opciones. Este año, precisamente, la feria contó con actividades especiales para los más pequeños orientados en dos segmentos: uno para los interesados en saber qué está pasando con la literatura y otro con actividades dirigidas a la promoción para este nicho.

Entre las actividades los visitantes pudieron disfrutar de espacios específicos para niños de primera infancia, de 0 a 6 años y en adelante. Una de las opciones fue sala ‘FilBo LIJ’ en donde se realizaron lecturas en voz alta, talleres y presentaciones de ilustraciones infantiles. También hubo una sala dispuesta por McDonald’s en la que se presentó la colección “Yo Puedo”, libros para entregar en las cajitas felices con historias de personajes célebres.

La Fundación Rafael Pombo, fue otra de las protagonistas de la programación infantil, con un espacio para la enseñanza de pedagogía, creatividad y fomento a la lectura.

Frente a la pregunta que queja a los acudientes, la presidenta de la Fundación, Pilar Arango, dice que otra opción para que los niños lean es “crear espacios en los que los padres sacan tiempo para leer y generar hábitos de lectura familiar, así harán que se fomente el amor por la lectura. Apoyado además por una gestión escolar basada en lecturas amenas y de interés a la etapa a la que se dirige”.

Para suerte de los padres, incluso, desde el mismo Rafael Pombo, la literatura infantil colombiana ha estado colmada de opciones. Este año la FilBo recibió a autores como: Benjamín Alire Sáenz es un escritor, pintor, activista y profesor estadounidense, conocido por sus libros de ‘Aristóteles y Dante’ en donde se descubren los secretos del universo.

Si a la falta de interés de los niños por leer se suma un difícil acceso a los libros por costos. La recomendación de Arango, además de acudir a las librerías públicas, es aprovechar las nuevas tecnologías. “Los libros, desafortunadamente, no son económicos, pero lo maravilloso del mundo digital es que se encuentran muchos recursos para suplir estas falencias”.

Para el autor, encontrar Otro de los asistentes al evento fue el colombiano David Vélez, un comunicador audiovisual que siempre quiso contar historias y que por primera vez pudo llevar uno de sus títulos a la feria: ‘La fuerza imparable, el caminante de mundos’.el género adecuado, que llame la atención de los jóvenes, puede ser un truco para llevarlos a los libros. “La fantasía, por ejemplo, es un gran portal para entrar al mundo de la literatura”, añade.

La acogida de la feria

Un público más curioso, lo que parece un mayor interés por la lectura y una agenda rica en propuestas nacionales e internacionales marcaron la edición 2023 de la FilBo.

Para Adriana Ángel, directora de la feria, un punto clave fue tener a México como país invitado de honor, además de a Cali como ciudad invitada. “La recepción del público fue muy favorable, nos sentimos satisfechos”, comentó. Hoy se conocerá cómo han mejorado los hábitos de lectura en el país con estadísticas actualizadas a 2022.

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