“Limpiar el Río Magdalena mandaría el mensaje de que Colombia está en progreso”

Wade Davis es un canadiense que desde sus 14 años llegó y se enamoró de Colombia, es antropólogo, etnobotánico de la Universidad de Harvard, un explorador de National Geographic y autor de múltiples libros. En 2018 recibió su ciudadanía colombiana y ahora habla del país y de su último libro traducido al español, ‘Magdalena, historias de Colombia’.

Davis es descrito por su colega y colaboradora colombiana, Xandra Uribe, como un ser con una gran capacidad de escuchar, percibir y engrandecer a la gente.

"A diferencia de otros autores que caricaturizan sus personajes, Wade hace todo lo contrario. Magdalena: historias de Colombia es un buen ejemplo. Las historias que entretejen este escrito nos invitan a recordar y reflexionar, a mirar hacia atrás, para ver hacia dónde queremos seguir. Como el río mismo, que ‘tanto palo’ le hemos dado, y al que poco hemos mirado, quizá sea el momento de reconcilarnos, con él, y entre nosotros mismos" afirmó Uribe, quien estuvo presente en el trabajo de campo y de escritorio para crear el texto.

¿Cómo inició esa conexión con Colombia?
Me quedé como ocho semanas en Cali, que es mucho tiempo para tener 14 años, y tenía un sentimiento de “por fin entiendo dónde está mi casa”, tuve mi primera novia, mi primera botella de cerveza, mi primer beso; seis años después volví como un estudiante de botánica y fue un mar de sueños, más que un país extranjero, es como mi hogar.

¿En que elementos del libro se encuentra la riqueza de Colombia?
En el libro siempre estoy buscando los momentos en Colombia que pueden explicar todo; un pescador que está encantado con los manatíes me contó que en una ciénaga no tan grande encontraron no menos de 75 especies de mariposas y yo dije, es increíble, en Canadá que es enorme no tenemos más de 200, y el dijo, si hermano es que tiene que entender que en Colombia una mariposa es simplemente es una flor que puede volar.

Para mi eso es Colombia, y es interesante que cualquier campesino tiene algo profundo para explicar al mundo. Y el mamo Camilo, un hombre muy sabio de los arhuacos, me dijo que la paz no vale nada si es solamente una manera en la que los varios lados del conflicto pueden unificarse para mantener una guerra con la naturaleza. Por lo que tenemos que hacer paz con todo el mundo.

¿Cuál es la visión que comparte sobre Colombia?
Para mí el mensaje más importante para gritar al mundo es que Colombia, claro que tiene una historia de la violencia, pero no es un país de guerra. Yo siempre estoy tratando de dar la noticia sobre el país más rico del mundo.

¿Qué tipo de libro es Magdalena?
Hay gente que dice que si un extranjero quiere visitar Colombia este libro es muy bueno, porque hay de todo, historia, política y cultura. De vez en cuando un escritor extranjero puede capturar algo de la esencia del país en una manera en que los colombianos no pueden ver porque están viviendo en medio de todo, quizás ese es el problema, como Dios les regalo un país rico no entienden su suerte.

¿Por qué el Río Magdalena?
Porque ese Río es la historia de Colombia, desde la fundación del país uno puede leer que en la correspondencia entre Humboldt y Bolívar; la naturaleza siempre fue patrimonio. Para tener paz tenemos que limpiar nuestra alma, para limpiar nuestra alma tenemos que limpiar el Río Magdalena. La forma de hacerlo no es con una política medioambiental, tenemos que hacerlo como un símbolo de patriotismo.

¿Cómo nos debemos encaminar para construir paz?
Es muy delicado, aunque por papeles soy Colombiano, yo no estuve viviendo en el conflicto, pero claro que tenemos que buscar un camino al futuro, liberar el pueblo de todo el veneno y odio;

¿Cómo ha sido su relación con el Río?
Como muchos colombianos siempre le di la espalda al río Magdalena, en mi libro (sobre el Amazonas) de casi 700 páginas, yo siempre estuve cruzando el Río Magdalena, pero es curioso que la palabra Magdalena se encuentre solo cinco veces.

¿Por donde empezar para limpiarlo?
Yo soy totalmente optimista, claro que tenemos que cambiar la conciencia, pero tenemos que entender que la gente que es pobre no tiene tiempo de pensar sobre la basura, hay que sobrevivir; entonces para proteger el medio ambiente también tenemos que aumentar la vida económica del pueblo y tener paciencia en cambiar poco a poco.

Tenemos que entender que Colombia tiene bastantes problemas, no estoy diciendo que la cosa más importante es la del Río, pero limpiarlo puede mandar un mensaje al mundo de que Colombia está mejorando y si mantenemos la paz podemos utilizar ayuda de todo el mundo para un proyecto como el renacimiento del Río Magdalena.

¿Cómo ha visto el desarrollo de la guerra en Colombia?
Solamente un pueblo como el colombiano puede sobrevivir a 50 años de guerra que es culpa del trafico de drogas, cada persona en el mundo que está utilizando cocaína del mercado negro tiene sangre sobre sus dedos.

¿Qué se debería hacer para que no resurja este conflicto?
Tenemos que legalizar más que todo la hoja que es sagrada, divina, nutritiva y separarla de la droga, la guerra contra las drogas es más que un desastre. Podemos legalizarlas y limpiar el problema, es tan obvio, yo estoy trabajando muy duro para crear un mercado legal más que todo para la hoja y los campesinos. Colombia nunca podría realizar sus sueños si todavía tenemos un mercado negro.

¿Qué sigue después del Río?
Mi amiga Xandra Uribe, que fue una ayudante increíble, ahora está totalmente enamorada de los frijoles, que es la única planta que fue ornamento antes de ser comida, entonces tengo muchas ganas de ayudarle en su libro sobre el mundo mágico de los frijoles.

¿Cómo fue el proceso creativo del libro?
Antes de escribir tengo que tener confianza de que entiendo la historia de una manera muy profunda, en mi biblioteca hay 600 libros que compré para escribirlo. Casi toda la literatura estaba en español y Xandra me ayudó, ella tiene conocimiento de la manera en que yo pienso, yo escribí todo, pero de alguna manera es su libro.