Gastronomía

Las diferencias que hay detrás de un aguardiente de lujo frente a uno tradicional

Mil Demonios, presentó su selección de coctelería o también llamada “las pócimas” con las que recuerda su historia de fundación

Joaquín Mauricio López Bejarano

En otra época, puntualmente cuando se hablaba de la Nueva Granada, una bebida que era clave para ese momento fue el aguardiente de caña anisado, de ahí viene la historia de las botellas de Mil Demonios, una marca que se ha dedicado con los años, a contar historias con sus recetas.

Por eso mismo, por estos días la marca empezó a hacer un poco más de pedagogía entre el público nacional, pues para el extranjero era toda una experiencia latina, pero el colombiano aún tenía que conocerlo mejor.

Lo primero que hay que entender es que se trata de un aguardiente diferente al que popularmente se ha consumido, pues Mil Demonios contrario a la ruta de los demás que se produce con anís, este lo hace con hinojo, por lo cual su paso en boca es más aromático y con una sensación herbal. Además, su técnica de tener como base la caña de azúcar, causa más curiosidad.

Mauricio Gutiérrez, cofundador de 1000D Spirits, explicó que las diferencias de un aguardiente de este tipo a los ya tradicionales, también se evidencian en que si bien se está ante una botella de lujo, también se muestra con “la triple destilación que hacemos, un alcohol entonces que se nota más suave, más benévolo, incluso los efectos secundarios al día siguiente después de tomarlo son casi que nulos”.

Ahora, Mil Demonios que empezó como una marca premium en bares de Bogotá, Medellín y Cartagena, recién empieza sus primeras exportaciones a Estados Unidos, ya tiene una experiencia en otros mercados como Alemania y China, y según detalló Gutiérrez, buscan reforzar los envíos en Asia por la importancia de la región, y por la buena aceptación que han tenido.
Para este año, Mil Demonios pretende crecer 40% y llegar a un margen de producción entre 16.000 y 18.000 botellas.

¿Cómo tomarlo?
A diferencia del aguardiente tradicional, que es muy común en fiestas de todo tipo, Mil Demonios, por su elaboración, sabor y receta, sugiere que sea para ser el acompañamiento en una reunión que bien podría ser incluso con cocteles o soda y limón.

Como sus fundadores buscan que con cada paso en boca haya una fusión de sabores, sugieren las experiencias en mezclas, así que diseñaron un “manual de pócimas”.

Buziraco es una de las mezclas más fáciles de hacer, y para recrear el sabor de Mil Demonios

Uno de los más clásicos es el Buziraco, (ver imagen), para este se sugiere mezclar 60 mililitros de Mil Demonios, 60 ml de pulpa natural de lulo; 30 ml de jugo de limón y 30 ml adicionales con almíbar simple.

Otro muy fácil y práctico para reuniones o un encuentro normal entre amigos es el Guarosoda; para esta receta solo necesita 60 ml de Mil Demonios, 15 ml de zumo de limón y 60 ml de soda; se acompaña con hielo al gusto y rodaja de limón.

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