Ocio

María, la casa del sabor joven de Cartagena

Camilo Giraldo Gallo

En el Centro Histórico de Cartagena sobre la Calle del Colegio está el restaurante María, un lugar que desde su decoración y ambientación musical lleva más de dos años conquistando los paladares de turistas jóvenes amantes de la buena mesa.

El lugar abrió en diciembre de 2012 y en este tiempo a sus dueños ya les han llegado varias propuestas para llevar el concepto a varias ciudades, como Barranquilla e incluso Nueva York. “Lo estamos analizando, pero en este momento estamos pensando más en seguir desarrollando a María como concepto en Cartagena”, dijo en entrevista con LR Alejandro Ramírez, chef y socio del lugar.

¿Cómo surgió la idea de abrir María en Cartagena?
Empezó por Juan Felipe Camacho, que es mi socio, y yo, porque vimos la necesidad de un lugar como María en Cartagena. No hay algo similar en la ciudad, entras y te sientes en otro sitio. Desde hace unos ocho años, veníamos con la idea de decoración, con esa propuesta de carta.

¿Por qué dice que es diferente a otros lugares de Cartagena?
Es un restaurante bastante colorido, la decoración es sin igual. La música es diferente, es más ‘trendy’ que cualquier otra cosa, no te sientas a escuchar música ambiente, sino que es muy buena. Hay muy buenos tragos para acompañar la comida. Cuando entras te topas con murales bien grandes que son de cuatro tigres enormes, en una jungla, tienen alrededor flores y hojas. Es bien impactante. En la mitad del restaurante hay dos lámparas grandes, como candelabros, hechas con piñas chiquitas. Es curioso tener esas dos lámparas hechas a base de piñas en la mitad, hay un contraste súper bueno, todo el que entra lo comenta. Las mesas son rústicas, de madera prensada, contrastan con el color que hay arriba. La música es contemporánea, lo que se escucha en el momento. Tratamos de estar a la vanguardia, tenemos un poco de indie, chill out, chill house.

¿Cómo llegaron a la carta que tienen actualmente?
La hice yo y la cambio tres veces al año. Uno como cocinero, y la gente que viene regularmente al restaurante, se cansa de lo mismo. En Colombia no tenemos estaciones, pero las frutas y productos sí son estacionarias. Trato de cambiar la carta con respecto a lo que haya en el momento, cada cuatro meses. Es un poco de lo que me gusta comer, de lo que he aprendido en lo que he estudiado, trabajado, viajado. Me gusta arriesgarme a que los comensales me digan que no les gusta algún plato o menú.

¿Cómo les va con la coctelería?
Tenemos dos tipos de carta de cocteles. Una que son los clásicos, que les tratamos de dar un toque de María, son los de siempre pero hechos con técnica nuestra. También están los nuevos de María, que son ya con cositas de Cartagena: con corozo, con tamarindo, cocteles con níspero. Son cosas muy de Cartagena, porque tratamos de ofrecer productos diferentes.

¿Qué rango de precios manejan?
Estamos entre $32.000 a $45.000 en los platos fuertes, y en coctelería entre $18.000 y $21.000.