Mark Fisher, trader de petróleo, pone en venta mansión de Miami por US$78 millones

Mark Fisher hizo una carrera de cuatro décadas en el comercio de materias primas, forjada en los mismos pozos que curtieron a Paul Tudor Jones y Louis Bacon. Para su próxima gran operación, está aprovechando el auge del mercado inmobiliario de lujo en el sur de Florida.

Fisher pide US$78 millones por la mansión de nueve habitaciones frente al mar que construyó en Bal Harbour, un enclave alojado cerca de Miami. Pagó US$9 millones por el terreno en 2013, según los registros de propiedad, y luego derribó una pequeña edificación multifamiliar para dar paso a su enorme complejo de 2.041 metros cuadrados.

Ubicada en el 284 de Bal Bay Drive, la casa tiene una cancha de baloncesto propia, un putting green en la azotea y un jacuzzi, además de 11 cuartos de baño completos. Fisher, quien fundó la comercializadora por cuenta propia MBF Trading , planea quedarse en Florida después de la venta, indicó Danny Hertzberg, quien está manejando la transacción. Señaló que los vendedores de casas multimillonarias en Miami tienden a quedarse.

“Venden más por ajustes en la vida que simplemente para obtener ganancias, y terminan comprando de nuevo en un mercado que se apreció significativamente”, sostuvo Hertzberg, socio fundador de Jills Zeder Group.

Compradores adinerados como Ken Griffin, Jeff Bezos y David Beckham han contribuido a disparar el valor de las propiedades de ultralujo frente al mar en Miami Beach y sus alrededores. Las mansiones de la zona han alcanzado precios de venta que rara vez se ven fuera de Nueva York, Palm Beach y Malibú.

Bezos pagó este año US$90 millones por una casa en Indian Creek que había cambiado de manos por última vez en 1998 por US$2,5 millones. El vendedor, el exbanquero Javier Holtz, compró después un apartamento de US$17,3 millones en el Ritz-Carlton Residences de Miami Beach. En octubre, Beckham y su esposa, Victoria, gastaron US$72,3 millones en una mansión de lujo frente al mar en Miami Beach, según registros de propiedad.

El pueblo de Bal Harbour, ubicado en el extremo norte de Miami Beach, tiene unos 3.000 residentes que viven en comunidades en su mayoría cerradas, incluida la que alberga la mansión de Fisher. El principal atractivo de la zona es el Bal Harbour Shops , un centro comercial de lujo al aire libre rodeado de palmeras. La estrella brasileña del fútbol Neymar compró un terreno baldío de US$26 millones en la zona, según informó este mes el Wall Street Journal.

“Bal Harbour tiene un atractivo similar al de Indian Creek y Star Island”, señaló Hertzberg, refiriéndose a las lujosas islas donde Bezos y Griffin compraron sus casas en el área de Miami. “Pero es mucho más transitable y tiene un buen puerto deportivo, para que tu barco no te bloquee la vista”.