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McCartney lanzó a los bogotanos por un `tobogán` musical

Iván Bernal Marín

El exBeatle Paul McCartney puede ser el culpable de la ronquera de miles. A los 69 años, demostró energía suficiente para hacer que media ciudad se uniera en un coro que no necesita decir nada: naa na na, na nananá (Hey Jude).

Eso cantaban a toda voz, en la noche del jueves, los más de 30 mil asistentes a su concierto en el estadio El Campín; y también otros miles que lo vivieron a través de pantallas, instaladas por la Alcaldía en las calles para difundir la transmisión de Canal Capital.

No faltó ninguno de sus himnos Beatle-escos. Baladas emotivas se entrelazaban con destellos rockeros. Gritó 'Daytripper Yeah!', y sacudió a los pasajeros de su psicodelia. Ondeó la bandera de Colombia, y el estruendo de aplausos casi iguala al volcán de fuegos pirotécnicos que estalló a su espalda en las últimas canciones. Entre ellas: Helter Skelter; ese tobogán de subidas y bajadas vertiginosas, en el que hizo deslizar a Bogotá a través de su guitarra y su voz.