Chocolates, renta de carros y ropa, entre los negocios de las ex reinas de belleza

Las reinas de belleza en Colombia no se quedaron solo con la corona del certamen, pues la mayoría de ellas decidió emprender. LR hizo un sondeo de las Señoritas Colombia desde 1982 y participantes de otros certámenes, para conocer quiénes se sumaron al reto de ser empresarias.

La lista puede iniciarse con la presidenta de Miss Universe Colombia, Natalie Ackerman, ex reina de belleza que compró la franquicia colombiana. Ackerman fue Miss Señorita Atlántico en 2000 y Miss Universo Alemania en 2006.

Carlos Piedrahita, estilista profesional y asesor de las modelos, dijo que “las reinas pueden perfectamente aprovechar la visibilidad que les da ostentar un título nacional para valerse de su marca personal y con ello crear empresa. Ellas cuentan con la legitimidad que les da su labor, además de un público que las reconoce y las ve como una influencia positiva”.

Es el caso de Silvia Tcherassi, diseñadora de modas, quien fue la reina del Carnaval de Barranquilla en 1986 y que hoy tiene su marca bajo su mismo nombre. Las prendas y accesorios de su catálogo van desde $500.000 y también se ha encargado de vestir a grandes celebridades e incluso otras reinas.

Julián Arias, experto en marketing, explica que la creación de una marca propia después de ser reinas de belleza “tiene que estar alineada a esos valores y atributos como marca persona. De cierta manera, ahorran tiempo porque ya hay unos valores construidos previamente por esa figura pública”.

La ex Miss Universo Paulina Vega también pertenece a las ahora empresarias, con su marca de agua con gas enlatada: Sommet Sparkling Water, con un capital semilla de alrededor de $100 millones con el que realizó el inicio de operaciones y lanzamientos en 2021, según cifras de Bloomberg. El nuevo proyecto de la Miss Universo se empaca en latas recicladas como factor diferencial.

Vícto García, o ‘Paparazzi’, es experto en reinas y ha cubierto los certámenes por varias décadas. Para él, la creación de empresa responde a que las reinas se dan cuenta del potencial que les da tener una corona. “Eso en el sector que se sientan cómodas y hay una oportunidad de genera otros ingresos, esa tendencia viene desde los 90”, precisa.

Es el caso de Sandra Borda Caldas, quien fue Señorita Colombia en 1984, y creó una empresa de seguros, Sbc seguros. La ganadora dos años después, Patricia López Ruiz, no se quedó atrás, en su caso, lanzó un programa de transformación Keto enfocada en una dieta saludable.

Catherine Daza Manchola quien representó al Valle del Cauca y fue reina en 2003 creó Nutri Shopper, una tienda online de productos de bienestar de como equilibrio energético, potencia vital, nutrición especializada, y cuidado corporal. Ana María Santa, quien fue señorita Cundinamarca, se enfocó en el chocolate, con la compañía que fundó y hoy dirige, Cha Cha.

Otras de las categorías populares a las que apuntan las reinas es la de moda. Se ve el caso de Taliana Vargas, con su marca Macarena; Daniella Álvarez, con su boutique que lleva el mismo nombre y en la que también vende accesorios y joyería; y Andrea Tovar, con su marca Varto, que define como moda dedicada a la belleza cruda, la exploración de la feminidad y la frescura.

Gabriela Tafur se enfocó en las nuevas tecnologías en su caso, se desempeña como CCO de ClappIn, una plataforma enfocada en el influencer marketing, en donde los creadores de contenido, sin importar el número de usuarios que tengan, se pueden poner en contacto con las marcas y viceversa.

La empresaria estuvo en Inside LR y destacó que, actualmente, ClappIn cuenta con más 150 empresas, se han logrado 500 colaboraciones y hay unos 600 creadores de contenido, cifra que sigue creciendo “de manera exponencial”.

La mayoría de las reinas mencionadas, también cuentan con presencia fuerte en las redes sociales, ya sea como influencers de moda o de estilo de vida. Es el caso de Ariadna Gutiérrez que tiene más de 3,7 millones de seguidores en Instagram o Laura Barjum, con 1,4 millones.